Los ecosistemas naturales del Estuario del Guadalquivir, sus marismas, dunas, arroyos y su fauna son el objetivo prioritario para WWF y Coca-Cola que trabajan juntos desde 2018 en la restauración ecológica de las marismas y en el fomento del uso eficiente del agua en la citricultura del valle del Guadalquivir, demostrando que una gestión del agua sostenible es una misión posible.

El proyecto ‘Misión Posible: Desafío Guadalquivir’ actúa, con procesos y tecnología innovadores, en 765 hectáreas de cítricos del entorno de Sevilla, en las que ya se ahorra agua de riego y aplican prácticas agrícolas eficientes y sostenibles. A través de este proyecto, las catorce fincas de cítricos que participan en él han conseguido ahorrar más de 700 millones de litros de agua anuales contribuyendo a preservar y proteger la cuenca hidrográfica del único río navegable de España.

‘Misión Posible: Desafío Guadalquivir’ aúna el compromiso de los agricultores participantes -cuya selección se ha realizado con el requisito del cumplimiento de un uso legal del agua y del suelo-, la formación en buenas prácticas para reducir la presión hídrica sobre este tramo del río, y el uso de tecnología. Gracias a la innovación, se ha conseguido ajustar el riego en los cultivos mediante sensores que recogen la humedad del suelo, registran las condiciones de las plantas y analizan las condiciones meteorológicas. Esa información se envía a una base de datos donde se procesa con el fin de asesorar a los agricultores a través de sus teléfonos móviles sobre un óptimo programa de riego de los campos.

En otras palabras, los agricultores pueden monitorizar en tiempo real la humedad en el suelo y el estado de la planta, alcanzando un uso eficiente del agua, mientras se mantiene la producción y calidad de la cosecha de cítricos. Las 14 fincas en las que se está aplicando esta tecnología abarcan todas las variedades de naranjas y mandarinas del valle del Guadalquivir, y, recientemente, se han incluido algunas parcelas de frutales de hueso.

En total, entre 2018 y 2022, se han ahorrado 3.552 millones de litros de agua en riego gracias a la implantación del programa (sólo en 2022 se ahorraron 1.071 millones de litros).

“Desafío Guadalquivir nos ha demostrado la importancia de relacionarnos con la naturaleza de otra manera, trabajando codo a codo con actores locales como agricultores para reducir el consumo de recursos naturales. Por eso, esperamos que el empeño en mantener agua de calidad y fomentar la biodiversidad haya visibilizado las opciones de futuro que, en colaboración con empresas y administraciones locales, nos permitan reducir el consumo del agua en el Guadalquivir y conservar en buen estado el Estuario como un bien natural y palanca de desarrollo económico. Este territorio marítimo-fluvial atesora potencial para convertirse en un modelo europeo de desarrollo sostenible y fomento de la economía verde, generando prosperidad y bienestar para sus habitantes al tiempo que se protege y recupera una naturaleza singular en el continente”, explica Felipe Fuentelsaz, coordinador en WWF de ‘Misión Posible: Desafío Guadalquivir’.

Un caso de éxito integrado en el programa ‘‘Misión Posible: Desafío Guadalquivir’ es la recuperación de seis hectáreas de marisma en el término de Trebujena, en Cádiz. Se ha restaurado un hábitat marismeño en el Estuario del Guadalquivir, con el objetivo de mejorar la calidad del agua en la zona, además de crear un refugio para la avifauna, potenciando el ecoturismo local y la acuicultura artesanal. El proyecto contribuye a promover una mejor y más sostenible integración de la actividad económica tradicional en el estuario. A las puertas del Parque Nacional de Doñana, las marismas del estuario albergan a muchas especies, unas 150 catalogadas, entre las que destacan algunas amenazadas como la anguila europea, la saboga, el sábalo, el águila imperial, la malvasía cabeciblanca, la cerceta pardilla, la gaviota picofina o el galápago leproso.

De especial importancia es el aumento de la biodiversidad gracias a estas actuaciones, que serán la base sobre la que WWF ejecutará un protocolo común para la realización de otras actuaciones similares en diferentes humedales de la Península ibérica: albuferas, lagunas de interior, salinas, lagunas, esteros, etcétera.

Coca-Cola y WWF llevan colaborando desde hace más de 20 años en proyectos ambientales con un foco especial en programas de reabastecimiento de agua. Por ello, quieren aprovechar el Dia Mundial del Agua, que se celebrará el próximo 22 de marzo, para para dar a conocer los resultados del proyecto ‘Misión Posible: Desafío Guadalquivir’ y sus compromisos para proteger el agua.

Compromiso con la gestión del agua de Coca-Cola
Para Coca-Cola, ‘Misión Posible: Desafío Guadalquivir” se enmarca dentro de las acciones que desarrolla para llevar a cabo una gestión sostenible del agua, uno de los 6 pilares de su estrategia de Sostenibilidad “This is Fordward”. Dichas acciones están formadas por cuatro ingredientes: reducir, proteger, regenerar y reponer. De hecho, Coca-Cola forma parte, por séptimo año consecutivo, de la lista CDP (Carbon Disclosure Project), que identifica las empresas de todo el planeta que lideran la gestión sostenible del agua.

“En Coca-Cola llevamos décadas afrontando el desafío de gestionar el uso del agua de manera sostenible para preservar no solo el medio ambiente y los ecosistemas, sino también las comunidades en las que operamos y nuestro propio negocio”, señaló Carmen Gómez-Acebo, directora de Sostenibilidad de Coca-Cola Europacific Partners Iberia. “Todas y cada una de las acciones, desde la puesta en marcha de medidas que contribuyan al ahorro y la eficiencia de los consumos en nuestros procesos de producción, el cuidado de las cuencas hidrográficas o la restauración medioambiental de espacios sensibles reflejan nuestra determinación”, insistió Gómez-Acebo. “Optimizamos cada gota, la cuidamos y la devolvemos a la Naturaleza para preservar este recurso tan limitado como necesario y valioso”.

Para proteger y reducir, Coca-Cola analiza el riesgo en todas y cada una de sus plantas, y desarrolla planes de reducción de agua para conseguir un uso más eficiente de la misma. El objetivo: reducir el consumo un 20% en 2025 respecto a 2010, propósito que va por buen camino, ya que, en 2022 ya ha logrado una reducción del 19,8% en España.

La planta de Coca-Cola en Sevilla ha sido pionera en la puesta en marcha del proyecto Water&Energy Management, que supone la instalación de 224 contadores de agua y energía que, junto a una herramienta avanzada de gestión y analítica, permite recoger y analizar datos 24/7 y en tiempo real. Esto garantiza una visibilidad del 100% del consumo de la planta, el control y la optimización de los procesos, y contribuye a mejorar la toma de decisiones para la reducción de consumo y minimizar el impacto ambiental.

Además de mejorar la eficiencia en el uso del agua en procesos de fabricación internos, Coca-Cola devuelve a la naturaleza al menos el equivalente al 100% del agua que contienen sus bebidas. En 2022, se devolvieron en España 4.916 millones de litros. Para ello, financia proyectos ambientales como es ‘Misión Posible, Desafío Guadalquivir’ que además generan valor social y económico en las comunidades locales. Actualmente, Coca-Cola cuenta con 8 proyecto activos en España.

Por otra parte, Coca-Cola trabaja para conseguir regenerar el 100% del agua que se utiliza en las fábricas situadas en zonas de estrés hídrico para 2030. Esto significa que al agua que usa en sus procesos productivos antes de verterla como agua residual, le aplican un tratamiento para su reutilización en usos que no impliquen consumo humano como el riego en agricultura o usos recreativos. Un ejemplo de ello es la planta de Coca-Cola Europacific Partners en Tacoronte (Tenerife), cuyas aguas residuales se vierten, tras ser tratadas, a la depuradora de Valle de Guerra, donde tras someterlas a un proceso de electrodiálisis para reducir el contenido de sales disueltas en ella, se emplean en el riego de los cultivos de la zona.