— ¿Cómo ha recibido Fedeme la noticia del posible traslado de actividades en la factoría de Santa Bárbara Sistemas en Alcalá de Guadaíra? ¿Lo veían venir?

— Como un jarro de agua fría. Se trata de una medida que no esperábamos después de los compromisos adquiridos por la compañía a la adjudicación del contrato por parte del Ministerio de Defensa para la fabricación de los vehículos blindados 8×8, un programa que representaba importantes expectativas económicas y laborales en la provincia de Sevilla (en torno a 650 empleos directos y otros 1.000 indirectos) y que garantizaba una actividad industrial vinculada al proyecto durante al menos 40 años. Por tanto, no, no lo veíamos venir y menos después de lo que se ha batallado desde las organizaciones empresariales sevillanas para defender la continuidad de la industria de defensa terrestre en la provincia.

— ¿Qué razones alega la compañía de tecnología militar para la deslocalización de parte de su actividad productiva hacia la localidad asturiana de Trubia?

— Según supimos a través de la dirección local de Santa Bárbara Sistemas (SBS), la medida forma parte del plan de reestructuración de la empresa y pasaría por reorganizar la producción y centralizar en Trubia las tareas de fabricación y montaje final de los nuevos vehículos blindados del ejército, centralizando en la factoría sevillana las labores de mantenimiento e instalaciones eléctricas.

— ¿Qué va a suponer este cambio de actividad en términos de productividad y empleo?

— Pues para que se entienda de manera muy gráfica, no es lo mismo en términos de empleo y productividad, que una ciudad cuente con una factoría en la que se produce un producto propio a que cuente con un taller de reparación y mantenimiento. Además, las instalaciones eléctricas tampoco son una actividad con peso específico dentro de la fabricación y montaje de los carros de combate.

La industria es empleo de calidad y riqueza, por tanto, que no se nos intente convencer de lo contrario. Esta decisión repercutiría, por mucho que se intente ofrecer otra realidad, en la merma del empleo de esta planta e irremediablemente en la actividad de la industria auxiliar que la rodea, porque no es lo mismo producir que mantener.

— ¿Y qué consecuencias tendrá para la economía sevillana en particular, y andaluza en general este plan de reestructuración ? ¿Qué efecto tractor tendrá sobre otras empresas auxiliares?

— La industria de defensa terrestre es una industria tractora clave de la provincia de Sevilla, que genera alrededor de 800 puestos de trabajo, directos e indirectos, en torno a la que pivota un importante ecosistema de empresas auxiliares, formado por unos 250 proveedores, cuyo futuro quedaría en el aire de producirse finalmente el trasvase de parte de la actividad productiva de la factoría de SBS en Sevilla hacia su planta asturiana.

Con independencia de que este plan de reestructuración responda a intereses estratégicos de la compañía, no se entiende cómo a nivel nacional, regional y local se promueven políticas industriales encaminadas a ofrecer un entorno propicio para el desarrollo de la industria, donde se prioriza la colaboración público-privada, y que puedan darse situaciones como éstas que den lugar a la pérdida de peso de una actividad industrial, la de defensa terrestre, con una trayectoria histórica en Sevilla, capacitada y cualificada. A nuestro juicio, la medida supondría un verdadero fracaso a nivel económico, laboral y político.

«La industria de defensa terrestre es una industria tractora clave de la provincia de Sevilla, que genera alrededor de 800 puestos de trabajo, directos e indirectos, en torno a la que pivota un importante ecosistema de empresas auxiliares»

— ¿Qué va a transmitir Fedeme y otras asociaciones a la ministra de Defensa, Margarita Robles, en el encuentro previsto el próximo 7 de marzo?

— Desde Fedeme, CES, FICA y la Cámara de Comercio, confiamos en el encuentro que mantendremos con la ministra Margarita Robles, quien ya advirtió de que los planes de traslado de la empresa podrían suponer un incumplimiento del contrato que se le otorgó para la ejecución del nuevo vehículo blindado 8×8, en cuya adjudicación se tuvo en cuenta, fundamentalmente, la creación y mantenimiento de puestos de trabajo en la provincia de Sevilla.

Por tanto, en esta reunión, le vamos a pedir a la ministra que se cumplan estos compromisos, que pasan por el ensamblaje de los carros de combate 8×8 en Sevilla, y se le trasladará la necesidad de actuar con máxima prioridad y de forma coordinada ante esta problemática, entablando de forma inmediata un diálogo con la compañía que evite el trasvase definitivo de buena parte de su actividad productiva hacia la factoría asturiana de Trubia y el consecuente varapalo que esta decisión supondría en el plano económico y para la propia imagen de la provincia como enclave industrial.

— ¿Cómo está afectando el encarecimiento de materias primas y problemas de suministros a los sectores que representa Fedeme?

— Se trata de una problemática que nos ha afectado y nos sigue afectando de manera notable.

El desabastecimiento de suministros en el ámbito del metal no se circunscribe únicamente al tema de los semiconductores en automoción, sino que abarca multitud de segmentos dentro del metal como la aeronáutica, sector elevación, fabricantes de maquinaria industrial, instaladores especializados en automatización industrial, talleres de reparación…, y a una amplia variedad de materiales con los que se trabaja en estas empresas.

Por esta razón, en el mes de noviembre de 2021, Fedeme dio la voz de alarma, en previsión de que esta crisis siguiera su escalada hasta bien adentrado el año 2022, y se exigió al Gobierno andaluz mover ficha lo antes posible para evitar que las empresas del metal, especialmente las pymes y micropymes, las más afectadas por esta crisis al tener menor capacidad de negociación con sus proveedores, contaran con mecanismos que les ayudaran a afrontar con mayor solvencia esta difícil situación.

Fuimos recibidos por la Consejería de Transformación Económica, Industria, Conocimiento y Universidades de la Junta de Andalucía, a quienes pusimos al tanto de esta compleja situación y a quienes reclamamos la puesta en marcha de una línea de financiación extra que permitiera a las empresas del metal afectadas hacer acopio de aprovisionamientos sin generar tensiones de tesorería en sus negocios, propuesta que fue recibida sin llegar a materializarse.