Andalucía Económica celebró en el Centro Cultural Fundación Unicaja de Málaga la quinta edición del ‘Día de la Economía Andaluza’, una jornada patrocinada por la Fundación Unicaja y Fundalogy. Se trata de una iniciativa de carácter bianual que la revista creó en 2013 con motivo del 30 aniversario de la autonomía de Andalucía.

En esta ocasión, el acto fue inaugurado por Carolina España, consejera de Economía, Hacienda y Fondos Europeos de la Junta de Andalucía; José Manuel Domínguez, presidente de Fundación Bancaria Unicaja; y Alfredo Chávarri, director general de Andalucía Económica, quien además moderó las dos mesas redondas posteriores a la inauguración.
José Manuel Domínguez, presidente de Fundación Bancaria Unicaja, empezó su discurso afirmando que nos encontramos en un momento de cambio del ciclo económico. “El Banco Mundial publicó que la economía mundial afronta el menor crecimiento global de los últimos 30 años. Y las proyecciones del FMI apuntan en el mismo sentido”, manifestó Domínguez.

“En España, en el inicio de este ejercicio económico, se ha aprobado una batería de medidas económicas con gran impacto en familias y empresas y nos encontramos ante la perspectiva de una alteración sustancial del marco económico y financiero de las comunidades autónomas. El INE ha publicado los datos sobre la convergencia real entre las regiones españolas”, afirmó.

Domínguez mostró una gran desazón por los datos sobre el PIB per cápita comparativo de Andalucía. “Creo que no puede quedar eclipsado lo que ha acontecido desde una perspectiva histórica. Así, desde finales de los años 70 del siglo pasado, la población andaluza ha aumentado un 35%, la magnitud de la economía se ha triplicado en términos reales y el PIB per cápita se ha triplicado”.

El presidente de Fundación Bancaria Unicaja habló del papel que el ahorro y la inversión juegan en generar un crecimiento estable a largo plazo. “En este modelo de crecimiento se destaca el papel de la innovación tecnológica y la capacidad de las economías para adoptarla como la fuerza última que está detrás de la prosperidad económica sostenida. El PIB per cápita de cualquier país o región viene explicado por tres variables: la ratio de la población ocupada sobre la población total, el esfuerzo laboral y la productividad para entre el trabajo”, explicó.

“La posición de Andalucía en términos del PIB per cápita obedece al desfase en la ratio de ocupación y en productividad. Para corregir esos desfases es indispensable contar con empresas y con un sistema de emprendimiento que permita estimular y consolidar iniciativas innovadoras y transformadoras. Hacen falta empresarios en un entorno donde prospere la creatividad y la innovación. Para ello es necesario un marco de libertad, seguridad jurídica, estabilidad institucional, un sistema fiscal competitivo, financiación estable y que se valore adecuadamente la figura del empresario en el sistema educativo”, opinó.

Por su parte, Carolina España destacó “la alianza con las empresas como seña de identidad del modelo económico andaluz, un nuevo modelo de gobernar, que está convirtiendo esta tierra en un ejemplo para el resto de comunidades, basado en estabilidad, seguridad jurídica, moderación y confianza”.

La consejera de Economía, Hacienda y Fondos Europeos recordó que “Andalucía ha comenzado un notable proceso de convergencia a nivel nacional y europeo y que, a pesar de enfrentar una crisis económica, agravada en nuestra tierra por un factor clave como la sequía y resto de adversidades como la inflación”.

Tal y como indicó, “hemos avanzado casi un punto en convergencia con la media española entre 2018 y 2022 (pasando del 74,1% al 74,9%). Es un punto de inflexión: en 2007, la convergencia estaba en el 77% y, desde entonces, en caída libre hasta 2018. Antes nos hundíamos; ahora reflotamos”. Además, destacó que Andalucía es la tercera economía española en PIB nominal, con 180.244 millones de euros en 2022, casi 20.000 más que hace cuatro años.

Asimismo, recordó algunas de las medidas ya implementadas por la Junta de Andalucía desde el año 2019: “Hemos logrado restaurar la confianza en las instituciones, dejando atrás páginas que solo hablaban de corrupción y malas prácticas, para establecer una vía permanente de colaboración con el tejido empresarial”, manifestó.
Según declaró, Andalucía es la tercera economía española en cuanto al PIB nominal, con 180.244 millones de euros en 2022, casi 20.000 millones más que hace cuatro años.

La titular de Economía, Hacienda y Fondos Europeos destacó como hito económico la contención de la deuda, “cuya curva hemos conseguido aplanar a la vez que hemos reducido la proporción de deuda sobre el PIB, del 22,1% en 2028, a la actual 19,6%. Al mismo tiempo, hemos destinado seis de cada diez euros de los presupuestos a gasto social”, afirmó.

España destacó, asimismo, que nuestra región ofrece un entorno propicio para la inversión empresarial, facilitando el camino y apoyando a las empresas en el ámbito digital. En este punto, se refirió al importante papel de la agencia Andalucía Trade y trajo a colación el lanzamiento de incentivos, por valor de casi 1.000 millones de euros hasta 2027, para impulsar proyectos empresariales, industria e I+D+i.

Estrategias para el crecimiento de Andalucía
El acto estuvo dividido en dos mesas redondas, la primera de ellas se titulaba ‘Estrategias para el crecimiento de Andalucía’. José Manuel Alba, secretario general de Economía, fue el primero en intervenir, y presentó la Estrategia para la Transformación Económica de Andalucía (ETEA) Horizonte 2027, que expone el planteamiento estratégico de desarrollo regional de Andalucía con el horizonte temporal de 2027.

Tal y como explicó, “la ETEA H-2027 es una herramienta estratégica de planificación de la política económica de la Junta de Andalucía. Un plan de planes de la Junta de Andalucía, bajo el cual tienen cabida el resto de planes. Nos marca la hoja de ruta para la transformación de Andalucía para el año 2027. Mejor que hablar de crecimiento, hablemos de transformación, ya que no sólo debemos crecer en cantidad, sino que también decidir cómo debemos hacerlo (competitividad; sostenibilidad; conectividad; bienestar; gobernanza). La estrategia está alineada con las directrices europeas y mejorar la convergencia con España y UE. Nos sirve para establecer prioridades en las decisiones presupuestarias. Y está negociada con los agentes sociales”.

Cuenta con seis objetivos primordiales. El primero es la competitividad que busca fomentar la I+D+i y la transferencia de conocimiento; impulsar la digitalización de la sociedad y de la economía; favorecer el emprendimiento y el fortalecimiento empresarial; apoyar la internacionalización y la competitividad exterior; contribuir a la transición verde y digital; e incrementar la capacitación del capital humano.

El segundo objetivo es la sostenibilidad que persigue: reducir las emisiones; promover la transición energética; impulsar la adaptación al cambio climático; optimizar la gestión de los recursos hídricos; mejorar la gestión de residuos e impulsar la economía circular; y fomentar la protección medioambiental y la biodiversidad.

El tercer objetivo es la conectividad y busca: promover la conectividad digital; mejorar las infraestructuras de transporte y la conectividad de puertos y plataformas logísticas con la RTE-T; fomentar sistemas de transporte sostenibles urbano y metropolitano; y favorecer una movilidad interurbana más sostenible.

El cuarto objetivo es el bienestar y busca mejorar el acceso al empleo y las condiciones laborales; reforzar la calidad del sistema educativo; fortalecer el sistema de protección social y la inclusión; reforzar la asistencia sanitaria; y apoyar viviendas sociales.

El quinto gran objetivo es el territorio y busca afrontar el desafío demográfico; optimizar la localización de las infraestructuras públicas; favorecer un desarrollo local y regional integrado y endógeno; e impulsar una política de ciudades.

El sexto objetivo es la gobernanza y quiere mejorar la eficiencia de la Administración y la regulación económica; avanzar en la incorporación de la perspectiva de género en el diseño de las políticas públicas; potenciar la cooperación institucional y facilitar la participación social; y favorecer la rendición de cuentas y la evaluación de políticas públicas.

Para conseguir todos estos propósitos, la ETEA H-2027 cuenta con unas líneas de actuación concretas con fondos que provienen de los presupuestos de la Junta de Andalucía.

Por su parte, Gabriel Pérez-Alcalá, rector de la Universidad Loyola Andalucía, indicó que hablar de estrategia es fijar objetivos. “El objetivo del crecimiento de la economía andaluza es la convergencia. Estamos en el 77%. Hemos mejorado un poco. Llevamos con el 75% desde 1968. Hace un siglo estábamos al 100%. Fuimos la región que mayor renta per cápita tuvo. Habría que recordarlo”. Estamos estancados entre el 70 y el 75% y al ritmo de uno o dos puntos por año, ninguno de los presentes vamos a ver esta convergencia”, aseguró.

Pérez-Alcalá enumeró los motivos por los que tenemos una renta per cápita baja: productividad por hora; jornada laboral; tasa de paro; tasa de actividad; y tasa de dependencia.

Tal y como explicó, “no tenemos un sector industrial potente y el resto de sectores están compuestos por empresas pequeñas. Industria y tamaño determinan nuestra productividad por hora. Además, tenemos una tasa de paro diferencial muy alta de casi 700.000 parados. Nos faltan 150.000 millones de stock de capital para igualarnos a la media española. Igualmente, hay que aumentar la inversión pública y privada en Andalucía significativamente o no convergeremos. Y necesitamos mucha más formación. Se está titulando a los estudiantes con muchas asignaturas suspensas y la tasa de abandono es del 17%. Estamos mal orientados en política educativa en Andalucía, tanto en FP como a nivel universitario. Y las universidades públicas son ineficientes. O hacemos una apuesta importante por las industrias motoras y una revolución educativa o no convergeremos. En 2003, dije esto y me gané una bronca con el mismo análisis. Espero no tener que repetirlo en 20 años”.

Anna Armengol, consejera Económica de la Representación de la Comisión Europea en España, habló sobre las oportunidades que se presentan para Andalucía en el marco de los fondos europeos.

En 2020, el Consejo Europeo acordó un instrumento excepcional de recuperación temporal conocido como Next Generation EU, dotado con 750.000 millones de euros, para el conjunto de los 27 estados miembros. El objetivo era incentivar la economía europea de forma masiva para reparar los daños provocados por la crisis del Covid-19. La UE recurrió a los mercados financieros a pedir este dinero a devolver en 30 años. “En época de crisis, la UE consigue hacerse más fuerte. Y el fondo de recuperación es una demostración de esa fortaleza”, afirmó.

Para recibir apoyo financiero, los estados miembros han elaborado planes nacionales de recuperación y resiliencia. El Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia del Gobierno de España es la estrategia española para canalizar los fondos destinados por la Unión Europea para reparar los daños provocados por el Covid-19 y, a través de reformas e inversiones, construir un futuro más sostenible.

De esos 750.000 millones de euros, España recibe directamente como subvenciones 83.000 millones para el periodo 2021-2026. El plan de recuperación consta de seis pilares: transición verde; transformación digital; crecimiento inteligente, sostenible e inclusivo; cohesión social y territorial; resiliencia sanitaria, económica, social e institucional; y políticas para las próximas generaciones, la infancia y la juventud, incluidas la educación y las competencias.

La mayoría de fondos estructurales en base a créditos, esos 83.000 millones de euros, se van a ejecutar con instrumentos financieros como el ICO o el BEI. Anna Armengol indicó que el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia tiene una fecha límite que 2026, quedan dos años y medio para ejecutar todos los fondos. “Pero la ejecución de esos fondos va a ser posterior a la finalización del plan. Es un gran hito de flexibilidad y España es el único país que tiene esa flexibilidad”, dijo.

Armengol indicó que existen muchas convocatorias e inversiones, pero avisó que el plan tiene un timing, que es el 31 de diciembre de 2026, “si no se gasta, se pierde. El fondo se basa en hitos y objetivos. Pagamos por ejecución. Tiene que estar justificado y argumentado. Hay muchísimas oportunidades, así que adelante”, concluyó.

José Antonio Muñoz, director de análisis empresarial de Analistas Económicos de Andalucía, centró su discurso en la importancia de la estrategia, que debe partir de un buen diagnóstico previo. “La estrategia de crecimiento contempla tres planos: la demanda –todo lo que mejore el consumo privado, el gasto público–, el valor de la oferta –depende del capital físico, humano y la tecnología– y las reformas estructurales (educación, trabajo, fiscalidad…)–”, afirmó Muñoz.

El responsable de Analistas Económicos de Andalucía habló sobre las disfunciones de la inversión. “La economía española y andaluza tienen un 1% de inversión de capital superior a la de Europa. El problema es que una gran parte de esos recursos están relacionados con la construcción o la hostelería, en lugar de con la industria o los servicios avanzados, es decir, con actividades con menos capacidad productiva”, aseguró.

Por otro lado, denunció que “hay un exceso de búsqueda de rentabilidad a corto plazo” e indicó que las inversiones en infraestructuras son necesarias, ya que influyen en el PIB y en el empleo. Por tanto, a su entender, en el futuro se deben mantener esas inversiones, especialmente en infraestructuras, agua o transporte ferroviario.
Antonio Pedraza, presidente de la Comisión Financiera del Consejo General de Economistas, cerró la primera mesa redonda. Pedraza señaló que los cambios de modelo no son posibles a corto plazo, pero sí un cambio de política económica: “En España y Andalucía, el turismo y la hostelería tienen un gran peso. Se pueden fortalecer otros sectores más estratégicos para que vayan reduciendo el peso del sector servicios”, propuso.

Pedraza destacó algunos hitos de la economía andaluza, como los focos tecnológicos de Sevilla y Málaga; los polos industriales de Huelva y Cádiz; las exportaciones –Andalucía es la segunda comunicad exportadora de España, con balanza comercial positiva–; la instalación de proyectos de energía verde; o la generación de confianza. Y como handicaps, apuntó el pequeño tamaño de las empresas y la baja productividad.

Retos del ecosistema del emprendimiento andaluz
La segunda mesa se tituló ‘Retos del Ecosistema del Emprendimiento Andaluz’ y la abrió Candela Luque, vicepresidenta de la Asociación de Jóvenes Empresarios de Andalucía (AJE), una organización sin ánimo de lucro, de ámbito regional y carácter multisectorial, cuyo fin principal es el de motivar, orientar y canalizar las iniciativas empresariales de los jóvenes emprendedores andaluces. La entidad fue constituida en 1990 como fruto de la unión de las ocho asociaciones provinciales de nuestra comunidad autónoma. Pertenecen a ella más de 2.300 empresas, en su mayoría pymes regentadas por profesionales menores de 41 años.

Candela Luque mostró su preocupación por la reciente subida del SMI del 5% para 2024 desde los 1.080 euros mensuales actuales por 14 pagas hasta los 1.134 euros, pactada por el Gobierno central y los sindicatos. “No solo es la subida de los salarios, también suben los impuestos y tengo que repercutirlo al cliente final. Cuando empiezas a ser empresario y a ganar algo de dinero, te empiezan a demonizar. Ayudarnos a la consolidación de las empresas, a que los proyectos sean viables, a pasar de pymes a grandes empresas, a que se queden aquí y a poder contratar. Se olvidan de las pequeñas empresas. Necesitamos certidumbre. Fomentemos también los negocios locales y rurales, las mujeres emprendedoras. La carga impositiva cada vez es más alta. Por ello, pediría responsabilidad a la hora de legislar”, reclamó Luque.

La responsable de AJE Andalucía se refirió a la labor de difusión del emprendimiento que realiza la asociación en institutos o universidades, pero indicó que “el problema son las generaciones actuales. Se está fomentando el mínimo esfuerzo”, criticó.

Por su parte, Javier de Pro, director general de Fundalogy Unicaja, dio a conocer Fundalogy, que es el instrumento impulsor de iniciativas y proyectos de carácter emprendedor y utilidad social creado por la Fundación Bancaria Unicaja. “La Fundación Unicaja siempre ha apoyado el emprendimiento, Fundalogy es una herramienta de inversión en startups, una manera de invertir directamente en el ecosistema emprendedor para hacerlo crecer. Está más en contacto con el emprendimiento de base tecnológica e innovadora”, afirmó.

Tal y como explicó, “2021 y 2022 han sido años récords en inversiones en este tipo de empresas. En 2023, han disminuido por los tipos de interés, pero el número de operaciones ha sido alto. Andalucía tiene un grado de desarrollo diferente a otros territorios. La región se está posicionando y haciendo bien las cosas. Andalucía tiene unas condiciones muy buenas para que la gente quiera venir aquí a vivir, a trabajar y a crear empresas. Ayuda la estabilidad política. En Andalucía, ha crecido el número de inversores que quieren actuar, pero hacen falta inversores andaluces que consigan retener el talento y actúen como imanes”, manifestó.

En su opinión, las universidades hacen un trabajo importante a la hora de fomentar la cultura emprendedora.

Rafael Ventura, socio fundador del Observatorio del Ecosistema Emprendedor de Andalucía, habló sobre el Observatorio, una iniciativa creada en junio de 2022 por 13 académicos de las distintas universidades andaluzas con experiencia en investigación sobre emprendimiento. El reto es aportar conocimiento científico que permita definir, medir e interpretar el ecosistema de emprendimiento andaluz.

La experiencia acumulada en el Observatorio Emprendimiento GEM España y la elaboración de los informes GEM a nivel regional y provincial confiere a la nueva asociación científica una gran capacidad de estudio que se focaliza hacia el ecosistema de emprendimiento de Andalucía.

Tal y como apuntó, la provincia de Málaga lidera la intención emprendedora en España, según el último Informe GEM de la Cátedra de Emprendimiento de la Universidad de Málaga. La medición de la dinámica emprendedora ofrece registros que colocan a Málaga en una posición de liderazgo a nivel nacional.

A su entender, el principal reto de las universidades andaluzas en materia de emprendimiento es adoptar un enfoque estratégico, puesto que tienen un enfoque administrativo. “Deberíamos redefinir las universidades y cuál es el rol que les corresponde. Hay que analizar cómo generar capital humano emprendedor. Cambiar el concepto de prestación de servicios al estudiante para ser la mejor universidad para un estudiante emprendedor. Las universidades no somos las mejores para generar emprendimiento, pero sí podemos generar un contexto. Debemos incorporar a las empresas a nuestra investigación y transferencia, y conseguir que nuestra investigación mejore el emprendimiento”, finalizó.

Diana Melero, directora de Innovación y Centros de Emprendimiento de Telefónica, indicó que “estamos asistiendo a una transformación que avanza de manera exponencial impulsada por la continua innovación tecnológica. Y lo hacemos mediante una estrategia de innovación abierta que lanzamos hace más de 10 años. Las iniciativas Wayra y Open Future son los vehículos mediante los que canalizamos estas herramientas”.

En Andalucía, llevan años colaborando con la Junta y otras administraciones públicas locales poniendo en marcha proyectos que retienen y hacen crecer el talento local generando riqueza, situándonos en el mapa internacional de la innovación. Andalucía Open Future es un ejemplo de colaboración público-privada. Apoya a las startups locales en fases iniciales de maduración, fomenta la creación de un ecosistema emprendedor y potencia la acción local con un punto de vista global. Desde sus cuatro hubs se aceleran a las mejores startups para ayudarlas en su proceso de crecimiento y de acceso a un mercado global.

Cuentan con un equipo de mentores que son profesionales reputados que complementan su actividad principal con la de asesorar a startups y empresas de reciente creación. Además proporcionan una visibilidad y posibilidades de networking que permiten el crecimiento de las startups.

En su opinión, “la clave del crecimiento de las regiones no solo está en la innovación, sino también en crear ecosistemas de colaboración donde todas las entidades en una ciudad estén presentes (administración pública, empresas, universidad…) y favorecer las condiciones para atraer talento e implantar empresas”.

Según indicó, otro reto del emprendimiento es atraer a los fondos de inversión y crear estrategias para que analicen empresas andaluzas. “Estamos en el camino porque cada vez más venture builder vienen a buscarnos para analizar empresas. Esto permitirá fijar cada vez más empresas al territorio generando más empleo y riqueza”, concluyó.

Alberto de Azevedo, coordinador de Diseño y Estrategia de Andalucía Emprende Fundación Pública Andaluza, puso el broche final con su discurso a la mesa y a la jornada. Andalucía Emprende, perteneciente a la Consejería de Universidad, Investigación e Innovación, impulsa la creación y el desarrollo de empresas y empleo y fomenta la cultura emprendedora en la región.

La consejería ha impulsado en 2023 la creación de 13.747 empresas a través del servicio de asesoramiento personalizado y gratuito de Andalucía Emprende a 15.344 personas con una idea de negocio en los 259 Centros Andaluces de Emprendimiento (CADE) que tiene repartidos en la región, donde trabajan 847 técnicos.

Alberto de Azevedo destacó que uno de los retos de la fundación tiene que ver con el cambio de rumbo en el modelo, que implica empezar a trabajar con todos los agentes generadores de conocimiento para fomentar el emprendimiento (empresas, universidad, centros de investigación…). “Hay que poner el foco en el conocimiento para fortalecer el ecosistema emprendedor a través de la innovación y del Plan General de Emprendimiento 2021-2027”, aseveró.

En su opinión, “es un ecosistema robusto y amplio, con muchas entidades tanto públicas como privadas. Son muchos actores. Un reto es tener identificados esos agentes y roles. Estar conectados. Esa interacción y colaboración aporta más valor. Es una escucha activa para medir el ecosistema. Se deben buscar propósitos comunes para aumentar resultados. Identificar los agentes claves para que el emprendedor no se vuelva loco”.

El responsable de Andalucía Emprende también apuntó la necesidad de buscar financiación en entidades para aquellos grupos de emprendedores que van a proyectos más ambiciosos y buscan inversores.

“Hay mucho que mejorar, por ejemplo en el ecosistema rural, para conseguir una Andalucía realmente emprendedora. Se está mejorando y sacando proyectos. Sorprende mucho lo que se está haciendo en Andalucía en materia emprendedora. Debemos ver el emprendimiento como una salida profesional y de vida”, finalizó De Azevedo.