Iberdrola acelera su estrategia renovable en Andalucía con el inicio del proceso de puesta en marcha de su primera planta fotovoltaica en Cádiz, una vez finalizada su construcción. El proyecto Cespedera, ubicado en Medina Sidonia, cuenta con una capacidad de 27 MW, suficiente para abastecer de energía limpia a 15.000 hogares al año, lo que supone una localidad de un tamaño cercano a Ubrique.
La instalación, que se ha conectado a la subestación de Gazules, está compuesta por más de 47.700 módulos con seguidor. Este sistema maximiza la captación de energía al permitir el movimiento de los módulos siguiendo la trayectoria del sol. La electricidad renovable producida por los módulos evitará la emisión a la atmósfera de 7.000 toneladas de C02 anuales.
El proyecto, considerado de interés estratégico por la Junta de Andalucía, ha supuesto una inversión de 18 millones de euros y ha permitido generar 160 empleos en los períodos punta, contribuyendo a la dinamización del tejido industrial. Esta planta ha sido promovida en la región junto con Prosolia.
Protección de la biodiversidad
Tanto en el planteamiento como en el desarrollo del parque fotovoltaico, Iberdrola ha llevado a cabo diferentes medidas para la protección del medio ambiente y la biodiversidad que continuarán durante su puesta en marcha.
Como continuación del plan de la compañía para recuperar el águila imperial en Cádiz, se han llevado a cabo diferentes acciones como la compra de gps para localizar a las especies o la fabricación de jaulas hacking. Se trata de jaulas de grandes dimensiones que imitan un nido natural y que permiten que las aves crezcan y desarrollen todo su plumaje y musculatura antes de lanzarse a volar.
También se han contratado escaladores y veterinarios para el rescate de pollos de águila imperial, y a personal para los cuidados de los pollos de águila imperial hasta que sean capaces de alimentarse por sí mismos. Próximamente, además, se instalarán bebederos, refugios, posaderos y cajas nido de distintas tipologías para diferentes especies de aves, murciélagos e insectos.
Tanto en el planteamiento como en el desarrollo del parque fotovoltaico, Iberdrola ha llevado a cabo diferentes medidas para la protección del medio ambiente y la biodiversidad que continuarán durante su puesta en marcha. Todo ello integrado dentro del Programa Convive de la compañía.
Apuesta por Andalucía
Andalucía, con más de 1.000 MW verdes, es otra de las regiones clave en los planes de Iberdrola en el desarrollo de las energías renovables. La compañía está presente en siete de sus ocho provincias -Almería, 50 MW; Granada, 198 MW; Cádiz, 168 MW; Sevilla, 54 MW; Huelva, 342 MW; Málaga, 153 MW y Jaén, 26 MW-. De hecho, la energética es el primer promotor eólico de la región.
En energía fotovoltaica, la compañía actualmente está construyendo las plantas de Poleo, Cornicabra y Espliego. Declaradas también de interés estratégico por la comunidad, forman parte del proyecto Guillena, en el municipio sevillano de Castilblanco de los Arroyos, y suman una potencia de 144 MW. Además, las plantas de Ribera, con 420 MW y de Caparacena, con 330 MW han obtenido la Declaración de Impacto Ambiental positiva (DIA).
Durante 2022, la compañía generó un impacto económico por su actividad en la comunidad de 720 millones, lo que supone un 6% más que en el mismo periodo del año anterior.