La Fundación Valentín de Madariaga y Oya puso el broche de oro a los actos de celebración de su 20 aniversario con el reconocimiento a la labor y trayectoria de tres figuras de la empresa, la cultura y el ámbito social.

La entrega de premios contó con la asistencia del recién nombrado alcalde de Sevilla, José Luis Sanz; Minerva Salas, primera teniente alcalde de Sevilla; Álvaro Pimentel, delegado de Cartuja, Parques Innovadores, Empleo, Economía, Comercio y Consumo; y Pedro Calbó, director g,eneral de Personas con Discapacidad. Por parte de la Junta de Andalucía asistieron Jorge Paradela, consejero de Política industrial y Energía; Ricardo Sánchez, delegado del Gobierno; y Antonio Ramírez, delegado Territorial de Economía.

El discurso de bienvenida corrió a cargo del presidente de la fundación, Valentín de Madariaga, y tal como expresó “hoy, más que nunca, necesitamos emprendedores en todas las esferas de la sociedad. Necesitamos personas que sueñen en grande, que se atrevan a desafiar lo establecido y que trabajen incansablemente para hacer realidad sus sueños. Cada uno de nosotros tiene el poder de marcar la diferencia. Al celebrar estos premios al emprendimiento empresarial, social y cultural, queremos inspirar a otros a seguir sus pasos y a encontrar su propia forma de emprender”.

Desde su creación, la fundación ha alcanzado grandes hitos que le han permitido crecer y ser un referente en su ciudad. Por esto, “a través de estos reconocimientos, queremos honrar cada cinco años a aquellas personas que, al igual que mi padre, han dejado una huella indeleble en el mundo del emprendimiento, que han extendido su mano para ayudar a los demás, especialmente en la ciudad de Sevilla y que encuentran verdadera felicidad en su trabajo”, comentó el presidente.

El alcalde de Sevilla cerró el acto destacando la labor de la fundación durante estos 20 años “en los que se han apostado por el emprendimiento como generador de riqueza, progreso e innovación. Haciendo una gran labor en defensa y divulgación de los valores de la excelencia, el compromiso social y el comportamiento ético de las relaciones profesionales.” Destacó, además, la pasión, la inquietud y el inconformismo de los tres premiados, lo que los ha llevado a crecer y a avanzar profesionalmente y como personas, “siendo un ejemplo del mejor talento que hay en Sevilla. Ese talento por el que yo tengo que trabajar por retener, para que vuelva, pero sobre todo para que ese talento sevillano traiga futuro, traiga riqueza, traiga empleo a esta ciudad”.

Los premiados
En esta primera edición, los premiados en cada una de las modalidades de emprendimiento han sido:

En el área de Emprendimiento Empresarial, Juan Martínez-Barea, fundador y CEO de Universal DX, una start-up de biomedicina, que desde Sevilla, está desarrollando una plataforma para detectar múltiples tipos de cáncer con un simple análisis de sangre. Además, también es el impulsor de Sputnik, un proyecto de formación dirigido a jóvenes de entre 16 y 26 años que tiene la misión de crear la nueva generación de líderes que lleve a Sevilla hacia el futuro.

Como ha destacado Juan Martínez-Barea en su discurso de agradecimiento “es importante defender a capa y espada el papel del empresario, trasladando la importancia de la empresa y los empresarios a las escuelas, transmitiendo que sin empresas y sin empresarios no hay nada. No hay prosperidad ni riqueza.” También apuntó que los retos han ido cambiando generación tras generación, hace 60 años el reto era estudiar una carrera, en nuestra generación el reto fue salir fuera para desarrollarse en las mejores universidades del mundo, trabajar en multinacionales… y el reto de nuestros hijos debe ser llegar a lo más alto, irse fuera pero “volver, no puede ser que los mejores niños andaluces se vayan y no vuelvan, tienen que venir a crear empresas, puestos de trabajo y llevar a Andalucía como un cohete hacia la luna”.

En el área de Emprendimiento Cultural se premió a Pepe Cobo, galerista de arte contemporáneo con más de 40 años de trabajo a sus espaldas. Fue un pionero en Sevilla en los años 80 inaugurando su primera galería. Actualmente se dedica a la gestión, coordinación y asesoramiento de grandes proyectos.

En su discurso de agradecimiento Pepe Cobo comentó que “siempre he querido soñar desde Sevilla para el escenario más internacional y siempre he querido que Sevilla sea la marca que estuviera presente en mi trabajo.” También destacó la gran vinculación existente entre Iberoamérica y Sevilla, ya que tras vivir unos años en Perú fue consciente de que “Sevilla formaba parte del inconsciente colectivo de la mayoría de las personas, compartiendo muchos rasgos sociales y culturales.” En el mundo del arte, Iberoamérica está viviendo un momento muy especial cobrando gran protagonismo y “tenemos una oportunidad única de cara al próximo proyecto del 29 de que Sevilla sea el gran centro de Europa, que seamos los grandes embajadores. Sevilla debe ser la embajada de Iberoamérica para Europa”.

En el área de Emprendimiento Social el premio fue para Mercedes Molina, presidenta y fundadora de Autismo Sevilla. Mercedes lleva casi 30 años trabajando para que la integración de las personas con autismo sea una integración real. Desde la Asociación trabajan para que las personas con autismo puedan ser lo más independientes posible y brindan ayuda a las familias en todos los ámbitos.

Mercedes Molina destacó en su agradecimiento la necesidad “ser capaces de garantizar la inclusión de las personas con discapacidad para que participen en la sociedad en igual de condiciones que los demás. Tenemos la oportunidad de crear una sociedad más justa, más inclusiva, más rica en valores.” Para ello, es necesario crear alianzas con todo tipo de instituciones, tanto administraciones públicas como empresarios para que se comprometan y “poder construir una sociedad más justa y diversa en la que todos tengamos las mismas oportunidades y podamos ejercer nuestros derechos”.