Con motivo del Día Mundial del Agua, Endesa reivindica el papel que juegan las grandes empresas en el desarrollo e implementación de medidas respecto al ahorro de agua. En ese sentido, las centrales hidráulicas suponen el aprovechamiento del movimiento del agua de ríos para generar energía eléctrica de forma limpia y respetando siempre el medio ambiente, una forma más de redituar las posibilidades que nos ofrecen los recursos naturales.
EL CARPIO 5
Partiendo de un punto fundamental en la ética deontológica de Endesa como es el desarrollo sostenible y la dimensión ambiental, la compañía, además de tener objetivos marcados para la merma del consumo de agua en sus instalaciones de generación y en sus oficinas, celebra el aniversario de muchas de sus centrales hidráulicas en Andalucía y Extremadura.
Así, la central hidráulica San Calixto, ubicada en la provincia de Sevilla, cumple 112 años desde que se puso en funcionamiento allá por 1905, siendo la más vetusta del territorio andaluz y de la comunidad extremeña. Tan sólo un año después se pondría en servicio la central de El Corchado (Málaga), origen de la que fue la primera línea de doble circuito de más alta tensión de Europa. Esta central sigue produciendo energía hoy en día, gracias a sus 3,5 MW de capacidad instalada.
A las más centenarias, les sigue de cerca la instalación de El Carpio, en Córdoba, y la de Cala, en Sevilla, con 95 años. El edificio de la primera de ellas fue diseñado por el arquitecto Casto Fernández-Shaw, y es considerado monumento de interés cultural y uno de los ejemplos de la arquitectura industrial andaluza del siglo XX. De hecho, el proyecto de la central y la presa recibió la Medalla de Oro de la Exposición de las Artes Decorativas de París en 1921.
Por su parte, la nonagenaria central Cala, ubicada en Sevilla, cuenta con una anécdota muy particular, además de que el rey Alfonso XIII la inaugurara en 1927, fue erigida para dar apoyo al suministro eléctrico de la Exposición Iberoamericana de 1929, así como a la propia capital hispalense.
Por otro lado, desde la puesta en marcha de las centrales de Chillar (Málaga) e Ízbor (Granada) han transcurrido 85 años, mientras que en la provincia de Jaén, la central hidráulica de Marmolejo acumula 55 años, exactamente los mismos que la instalación de Puerto Peña, en Badajoz.
En total, la compañía cuenta con 55 centrales hidráulicas situadas en la comunidad andaluza y en Extremadura, que suman una potencia instalada de 1.269 megavatios. Todo ello se traduce en 823 megavatios generados por hora en 2016.
Endesa ha aunado sus esfuerzos en la gestión integral del agua de todos sus ámbitos de actividad, es por ello que ha llevado a cabo un estudio para determinar cuáles de sus centrales se ubican en zonas de estrés hídrico. De los 47 centros de producción de energía analizados (30 centrales térmicas y 17 hidroeléctricas), 20 se encuentran en zonas definidas como de recurso hídrico bajo estrés, lo que representa el 42,6% de las centrales de Endesa. No obstante, es importante destacar que el 80% de los centros de producción ubicados en esas zonas no consumen agua.