Los indicadores sobre el comportamiento del sector a lo largo de 2017 confirman la recuperación de la actividad, un avance que se sustenta en el impulso imprimido por la iniciativa en el segmento de la edificación residencial, ya que la reactivación por el lado de la inversión pública está todavía lejos de alcanzar el ritmo y los niveles que serían deseables, teniendo en cuenta la favorable evolución que ha experimentado la economía en los últimos cuatro años, con un crecimiento promedio del PIB por encima del 3%.
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La licitación pública alcanzó el año pasado los 1.355 millones de euros, un 48,3% más que en 2016, siendo la aportación de las distintas administraciones públicas a este crecimiento bastante desigual. Así, el 41,0% del total correspondió a contratos de obras y servicios promovidos por los ayuntamientos y diputaciones provinciales, lo que significa que tanto el gobierno central, como la Junta de Andalucía, siguen cargando el ajuste de las cuentas públicas sobre la inversión.
Siendo positivo el avance de la licitación, “este ‘rebote’ no significa un cambio de tendencia, ya que desde 2012 se suceden avances y retrocesos, por lo que la cifra puntual del año pasado no supone un cambio de tendencia: “hay que ver qué sucede con la inversión pública en los próximos dos ejercicios, porque no existen motivos para afirmar que este crecimiento responda, esta vez sí, a una recuperación sostenida”, ha afirmado el presidente de Fadeco Contratistas, Francisco Carmona, en la presentación de la valoración del sector en Andalucía en 2017.
La licitación andaluza, un 0,3 del PIB y 1,3% de los presupuestos en 2017. “Teniendo en cuenta que la licitación total a cargo de la Junta de Andalucía equivalió al 0,3% del PIB andaluz, y al 1,3 por ciento de los presupuestos de 2017, el avance experimentado es manifiestamente insuficiente y desde luego queda muy lejos de los niveles que serían necesarios para que el principal activo patrimonial de Andalucía, sus infraestructuras y equipamientos, contribuya a dinamizar la inversión empresarial, a mejorar la competitividad, y a impulsar la transformación del modelo productivo”, ha recordado Francisco Carmona.
En este sentido, Francisco Carmona ha advertido del colapso que está provocando la demora en la ejecución de un buen número de actuaciones vinculadas con la conectividad y la movilidad, tanto urbana como interurbana; o los graves déficits que afectan a la conservación, mantenimiento y mejora de infraestructuras y equipamientos diversos.
El presidente de Fadeco Contratistas ha considerado que “tras cuatros años de crecimiento del PIB en el entorno del tres por ciento, los ajustes presupuestarios deben aplicarse con otros criterios, pues de mantenerse la política de reducir la inversión pública se pone en riesgo la recuperación y el crecimiento económico a futuro”.
La inversión pública por habitante, a la cola del Estado. Y es que la cifra promedio de licitación a nivel nacional en 2017, en relación con la población, fue de 281,01 euros, mientras que en Andalucía se situó en 161,61 euros/habitante, colocándose de esta forma en furgón de cola.
El presidente de Fadeco Contratistas considera por ello que es necesario cambiar la tendencia, y generar en las empresas un clima de confianza. Para ello es preciso un escenario de estabilidad, para lo cual no basta solo con aumentar la inversión pública, sino que es urgente poner fin a las importantes ineficiencias de gestión de la administración pública andaluza, mejorando la colaboración y la coordinación entre sus distintos entes y reduciendo la carga burocrática, circunstancias ambas que penalizan de forma importante la actividad de las empresas”.
La falta de concreción del Plan de Construcción Sostenible. Francisco Carmona ha puesto como ejemplo el desarrollo del Plan Integral de la Construcción Sostenible de Andalucía, que estaba llamado a ser el gran eje transformador del patrón de crecimiento del sector y que tres años después de aprobarse siguen sin concretarse las actuaciones a ejecutar, y las pocas que se han puesto en marcha están teniendo una respuesta muy escasa, con el agravante de que el Comité Director ni siquiera se ha reunido para valorar el seguimiento.
Directiva sobre aguas residuales. Por otra parte, el presidente de Fadeco Contratistas ha recordado también el retraso que acumulan las actuaciones relacionadas con la aplicación de la Directiva sobre tratamiento y depuración de aguas residuales, por las que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea impuso en 2011 una multa a España de 46,5 millones de euros, y que afecta a una serie de municipios andaluces, como Alhaurín el Grande; Barbate; Coín; Estepona; Isla Cristina; Nerja; San Pedro de Alcántara o Tarifa, entre otros. Recientemente, en 2016, se abrió un nuevo expediente sancionador que afecta al municipio de Bollullos Par del Condado, entre otros.
La edificación residencial se consolida. En cuanto a la edificación residencial, se mantuvo la tendencia que se inició en 2014, si bien la reactivación es divergente en cuanto a ritmo e intensidad en las ocho provincias andaluzas. En este sentido, se observan signos de solidez y de fortaleza, y de un potencial recorrido al alza, en las grandes áreas urbanas y en algunas zonas del litoral, debido a la existencia de una oferta acorde a una demanda más diversificada en cuanto a tipologías, destinatarios y precios.
La ventas crecieron un 12,6% en 2017, destacando el alza de las ventas de viviendas nuevas, reflejo del aumento de los nuevos proyectos de edificación iniciados a lo largo de 2016. Desde Fadeco Contratistas se prevé que la tendencia se mantendrá en 2018 a la vista de los proyectos visados en 2017, que crecieron un 52,8 por ciento, si bien su Presidente ha puntualizado que “se parte de un suelo muy bajo”.
Los datos provincializados de ventas de viviendas por cada 100.000 habitantes reflejan la divergencia antes citada, al concentrarse la reactivación en zonas con capacidad de generar una oferta más amplia y diversa: la destinada a no residentes; a segunda residencia; a uso turístico; compra para su destino al alquiler; de reposición; etcétera.
En este sentido, la inversión por parte de los no residentes, y de los que adquieren viviendas para su destino al alquiler, está siendo determinante en la dinamización de las ventas de viviendas usadas, con el efecto añadido de que las transacciones se materializan sin recurrir al endeudamiento, tal y como refleja la brecha que se abrió en 2016 entre las ventas y las operaciones de constitución de hipoteca.
Proyectos visados de rehabilitación. En cuanto a los proyectos visados de rehabilitación, registraron un alza de solo el 2,4%, una evolución que se califica de estancamiento teniendo en cuenta la evolución de este dato desde 2013. Entre los motivos el presidente de Fadeco Contratistas se refirió a la ausencia de un marco presupuestario estable y suficiente para la intervención integral de adaptación de los edificios y viviendas a las nuevas exigencias de habitabilidad, accesibilidad, movilidad y consumo energético.
También citó el presidente de Fadeco Contratistas la multiplicidad de ayudas, y sus distintas modalidades, sujetas a diferentes regímenes y exigencias, que se solapan y/o superponen, con las que no se están consiguiendo los efectos incentivadores que se pretendían, por lo que es preciso revisar el modelo e incorporar correcciones que hagan más viable la ejecución de las actuaciones.
Otro de los hándicaps que dificulta la actividad en este concreto segmento es la falta de conexión entre los distintos agentes y operadores, problema que está en vía de solución fruto de los encuentros que están manteniendo y que en breve se concretarán en acuerdos de colaboración que permitan la transferencia de conocimiento.
Estándares de calidad y plan integral de formación. El presidente de Fadeco Contratistas destacó, dentro de esta nueva etapa de la edificación residencial, la progresiva industrialización del proceso constructivo, que está suponiendo un salto cualitativo en la mejora de los estándares de calidad al facilitar los controles a lo largo de todo el proceso, lo que reducirá plazos de ejecución y ajustará costes. No obstante, este esfuerzo se está viendo neutralizado por el aumento de los costes de determinados bienes, y también de los salariales. En un caso, probablemente por la falta de oferta, debido a que la mayor parte de los proveedores ha dirigido su producción durante estos años a la exportación.
En el otro, por la ausencia de trabajadores con la cualificación que requieren y exigen los nuevos procesos constructivos, para lo cual sería preciso diseñar un plan integral de formación adaptado a la transformación del sector.
Gestión urbanística del suelo. La actual gestión urbanística del suelo y las autorizaciones para poner en marcha un proyecto suponen problemas de calado para la actividad empresarial. Sobre esta cuestión, Francisco Carmona ha recordado que “se empieza a detectar la falta de suelo edificable en determinadas zonas, lo que está generando tensiones en los precios. Por otra parte, los procesos de transformación urbanística del suelo no se corresponden con la nueva dinámica que impone la demanda.
También se refirió el presidente de Fadeco Contratistas al obstáculo para la actividad empresarial que representa la concesión por las gerencias municipales de urbanismo de las autorizaciones necesarias, un proceso que se demora de promedio diez meses, por lo que “resulta frustrante comprobar cómo los esfuerzos de transformación de las empresas a un nuevo entorno social y económico, y su adaptación a las nuevas tecnologías, choca con un modelo tradicional absolutamente superado, por desfasado”.