Noviembre será el mes dedicado a la ciencia en Factoría Cruzcampo ( www.factoriacruzcampo.es). Y como aquí le ponen el acento a todo lo que hacen, esta vez han decido unir física y química para elaborar, con la inspiración del científico Javier Santaolalla, una cerveza artesana muy especial: Cruzcampo Fugaz. En este ingenioso proceso también han colaborado los participantes de Talento Cruzcampo ¬programa de formación becada de la Fundación Cruzcampo¬, que basándose en la creación del universo, han elaborado un postre perfecto para maridar con esta cerveza experimental.

Cruzcampo Fugaz ha sido presentada de una forma de lo más original. Un mano a mano entre el científico Javier Santaolalla, recientemente preseleccionado por la Agencia Espacial Europea como aspirante español a astronauta, y los maestros cerveceros Irene Pascual y Juan Jiménez, que son ingenieros químicos de formación.

Con el fondo de impactantes imágenes del cosmos, Santaolalla ha explicado los hitos principales de la creación del universo, mientras Juan Jiménez le daba la réplica relatando las distintas fases del proceso de elaboración de la cerveza. Así, el Bing Bang, la “expansión a lo bestia” con la que se inicia el universo porque el espacio y el tiempo adquieren dimensión, coincide en el plano cervecero con el malteado de granos de cebada, que tienen todos los nutrientes y la energía.

En una segunda fase –explicó Santaolalla-, llamada Fondo Cósmico de Microondas, el hito más importante es que el universo deja de ser opaco; surge la luz y los primeros átomos de hidrógeno y helio. Su correspondencia con el proceso de elaboración de la cerveza es “cuando se hace el mosto cervero; ponemos el cereal, malta y añadimos lúpulo”, explicó Juan Jiménez.

Pasa el tiempo, miles de años en el universo, y la luz brilla, la materia empieza a formarse, aparece la gravedad. “Hay nubes de hidrógeno y helio que se atraen por la gravedad y forman grumos. Ya el universo no es homogéneo. Se forman galaxias, las estrellas”, como explicó el físico.

En cerveza, esta fase corresponde con la fermentación. Es cuando la levadura se come los nutrientes y excreta alcohol, dióxido de carbono, aromas y otros subproductos para afinar el sabor de la cerveza.

“En la cuarta fase aparece la Tierra, un planeta que acumula todos los materiales. Aquí se genera una nueva química en un entorno controlado, surgen las primeras pistas de la vida, organismos capaces de reproducirse. El universo cocina estas reacciones químicas para dar lugar a seres más complejos. Es la evolución, que surge 4.500 años después de que se creara la tierra”, prosiguió Javier Santaolalla. Y es en esta etapa cuando concluye la fermentación de la cerveza, se pone a -1º, la levadura se acompasa, se retira y nace una nueva cerveza, que como apuntaba Jiménez, es un producto totalmente vivo.

Tándem perfecto
El resultado de este tándem perfecto entre física y química es el alumbramiento de Cruzcampo Fugaz, una cerveza única, de color rojizo con luces violáceas (imitando el color de las nebulosas), que le otorgan la mermelada de violetas y los frutos rojos. Además, cuenta con una textura especial, más cremosa, gracias a la incorporación del nitrógeno como ingrediente, lo que permite mantener los aromas más tiempo. “Cruzcampo Fugaz es una cerveza de otro planeta. Todos los estilos y variedades de cervezas artesanas que elaboramos tienen un acento especial. Esta tiene un acento que se entiende en todo el universo”, explicaba Irene Pascual.

Para acompañar a esta cerveza experimental, los participantes de la II Edición de Talento Cruzcampo han elaborado una tapa dulce que representa los pasos de formación del universo a través de crujientes garrapiñados y la explosión en la boca de los peta-zeta, un bizcocho esponja de nitrógeno con sabor avellana y quenelle de helado de violeta. Todo ello terminado con unas hojitas, que nos llevan a la última fase, la aparición de los planetas y la vida.

Son 60 los jóvenes becados por Cruzcampo y su Fundación, que tienen la oportunidad de desarrollar su talento como futuros hosteleros usando Factoría Cruzcampo como un espacio de prácticas con público real. Además, como complemento a su formación reciben la visita de expertos de distintas disciplinas como el deporte o la ciencia, “que nos inspiran a despertar todo nuestro potencial más allá de la hostelería, para volver a ella con más ideas para afrontar sus retos”, explicaba Kautar Ahmed, una de las alumnas.

Cruzcampo Fugaz y su tapa dulce son creaciones de edición limitada que se suman a la oferta habitual de Factoría Cruzcampo solo durante el mes de noviembre. En este espacio espacio único, que aúna talento y cultura cervecera, el visitante puede disfrutar de la gastronomía y experiencias cerveceras con un fin social, ya que todo lo recaudado se reinvierte en la bolsa de becas de Fundación Cruzcampo para jóvenes sin empleo. Más información