Cepsa celebrará el Día Mundial de los Humedales a lo largo del mes de febrero con la organización de un intenso programa de visitas a la Estación Ambiental Madrevieja. Once centros escolares del Campo de Gibraltar, y más de 500 alumnos de 6º Primaria, conocerán los secretos de este entorno situado junto a las instalaciones de Cepsa en San Roque.
El Día Mundial de los Humedales se celebra el 2 de febrero desde 1977, en conmemoración de la firma del Convenio sobre los Humedales en Ramsar (Irán). Se trata del primer tratado relativo a la conservación y el uso racional de los humedales. Bajo el lema, propuesto por Ramsar para este año, ‘Humedales para nuestro
futuro’, se pretende aumentar la sensibilización del público en general acerca de los valores de estos espacios acuáticos y los beneficios que reportan.
Cepsa ha decidido celebrar, por segundo año consecutivo en la comarca, el Día Mundial de los Humedales con un programa de visitas ideado especialmente para los centros escolares del Campo de Gibraltar. Los alumnos que van a acudir durante este mes a Madrevieja son además invitados a participar en un concurso de dibujo y otro de fotografía, con este espacio como protagonista.
El colegio Sagrado Corazón de Puente Mayorga ha sido el encargado de inaugurar esta mañana la primera jornada de visitas. Talleres didácticos y actividades lúdicas en la Estación Ambiental servirán como gancho para mostrar a los más pequeños el valor de este tipo de espacios acuáticos, vitales para la supervivencia
humana, cunas de diversidad biológica y fuentes de agua y productividad primaria de las que innumerables especies vegetales y animales dependen para subsistir.
Tanto el director de la Refinería Gibraltar-San Roque de Cepsa, Miguel Pérez de la Blanca, como el alcalde de San Roque, Juan Carlos Ruiz Boix, han querido sumarse a esta celebración, dando la bienvenida a los escolares. Ambos han resaltado el valor de la Estación Ambiental Madrevieja como espacio de educación ambiental y de uso público por su gran riqueza ecológica de flora y fauna autóctonas; además, han coincidido en que supone el mejor ejemplo de que la compatibilidad entre desarrollo industrial y la conservación de la naturaleza es posible.
En el año 2009, Cepsa decidió recuperar y rehabilitar este espacio, dentro de su política de biodiversidad y compromiso con el medioambiente, con el objetivo de promover la investigación y que además sirviera como espacio de educación ambiental y de uso público. El lugar escogido fue una parcela de 20 hectáreas propiedad de la compañía con un gran potencial ecológico, ubicada en el término municipal de San Roque.
Siete años después de su puesta en marcha, cada vez es mayor el número de especies que elige este espacio para descansar, alimentarse o reproducirse, lo que permite a los técnicos estudiar más de 140 especies diferentes de flora y fauna de gran interés, pues actúan como bioindicadores de la calidad de este ecosistema.