La fundición y refinería de cobre Atlantic Copper, filial de Freeport-Mc Moran y ubicada en Huelva, invertirá entre 2015 y 2018 un total de 21 millones de euros a fin de acometer mejoras ambientales y prácticas innovadoras en la materia que le permitirán no sólo cumplir con las directrices europeas, sino también servir de referencia para otras fundiciones internacionales. Y es que, para esta compañía, el medio ambiente es “clave de integración y desarrollo, de supervivencia”, según palabras de Miguel Palacios, director general de metalurgia de la planta onubense.
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Atlantic Copper puede presumir de contar con varias certificaciones que avalan la calidad de su sistema de gestión (ISO 9001), ambiental (ISO 14001) energética (ISO 50001), seguridad (OHSAS 18001) y RS (SR 10). Además, la compañía está adherida desde 1999 al Sistema Europeo de Ecogestión y Ecoauditoría (EMAS). Ahora está a punto de renovarse el BREF de la metalurgia no férrea, el documento que establece cuáles son las mejores técnicas disponibles (MTD) para el sector y a las que tendrá que adaptarse toda la industria europea en el plazo de cuatro años.
Atlantic Copper se ha marcado como objetivo hacerlo antes, porque su filosofía es compatibilizar la actividad industrial con la protección medioambiental y el desarrollo socioeconómico de la comarca de Huelva. Y en este empeño, en los últimos años se han reducido notablemente las emisiones unitarias de dióxido de azufre (SO2), un 16% en 2013, así como de otras partículas contaminantes y los vertidos.
Logros que han sido posibles gracias a los 111 millones de euros invertidos desde 2004 en mejoras medioambientales, que se verán incrementados con los 21 previstos hasta 2018. Entre otras actuaciones, se acometerá una nueva planta de efluentes líquidos, la eliminación del vertido por ósmosis inversa, la mejora abatimiento de dióxido de azufre (SO2) en ventilaciones de hornos por vía seca, y técnicas pioneras como el abatimiento de gases en chimenea auxiliar o utilizar filtros cerámicos en horno eléctrico. También se pretende mejorar la eficiencia energética en la fundición, donde la energía supone el 38% del coste operativo de la planta. No obstante, la refinería onubense es de las tres primeras a nivel mundial en reducir el consumo energético. “Desde el año 2000 hemos reducido un 36% el consumo energético. Tenemos que ser eficientes para ser competitivos, sino tendríamos que cerrar”, asegura Miguel Palacios.
En cuanto a los resultados económicos, Atlantic Copper prevé cerrar este ejercicio con cifras récord de producción: 1.080.000 toneladas de cobre refinado –su capacidad máxima es de 1,1 millones– 284.000 toneladas de cátodos y 1,1 millones de ácido.