Heineken España y la Junta de Andalucía han renovado el acuerdo del proyecto Doñana para seguir trabajando en la conservación ambiental de esta Reserva de la Biosfera. Este programa, que arrancó en 2016 y gracias al nuevo convenio seguirá vigente hasta finales de 2026, es un ejemplo de colaboración público-privada que también involucra a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir y la ONG SEO/BirdLife. No solo para mantener las lagunas, sino para contribuir a crear un oasis de biodiversidad en el entorno de uno de los humedales más ricos del territorio andaluz y de España.

Con una inversión de más de 370.000 euros –hasta la fecha–, cifra que en los próximos tres años –durante la fecha de vigencia del contrato– se ampliará hasta superar el medio millón, las actuaciones en Doñana han convertido a Heineken España en la única cervecera en nuestro país que retorna a su fuente de origen toda el agua que contienen todas sus cervezas: más de 1.900 millones de litros de agua cada año –1.000 de ellos en Andalucía, más de la que consumen sus fábricas de Sevilla y Jaén–, acreditados por la Universidad de Granada y certificados por DNV.

Así, en situaciones de sequía como la actual, se ha conseguido, gracias a las actuaciones realizadas, que en estos cinco meses –desde septiembre de 2023 a finales de febrero de este año– el volumen de agua acumulado alcance ya los 718 millones de litros.

“Conscientes de que el agua es un recurso cada vez más escaso, en Heineken trabajamos por la salud de las cuencas hidrográficas que nutren de agua a nuestras fábricas. Esta responsabilidad inspira nuestras actuaciones en Doñana, que buscan retornar a la Cuenca Hidrográfica del Guadalquivir toda el agua que hay en las cervezas que elaboramos en Andalucía y contribuir al progreso de una tierra a la que nos unen 120 años de buenos momentos compartidos”, explica Carmen Ponce, directora de Asuntos Corporativos de Heineken España y presidenta de su Fundación Cruzcampo.

Por su parte, Ramón Fernández-Pacheco, consejero de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul de la Junta de Andalucía y portavoz del Gobierno andaluz, ha afirmado que “este acuerdo viene a refrendar que el cuidado del medio ambiente es tarea de todos y que, juntos, no sólo lo haremos mejor, sino que podremos llegar más lejos”. Asimismo, Fernández-Pacheco ha destacado “el compromiso inquebrantable del Gobierno andaluz con los espacios naturales, ya que en 2024 se van a destinar más de 15,4 millones de euros para la conservación y restauración de humedales, uno de los ecosistemas más importantes para la salud del planeta y aliado fundamental en la lucha del cambio climático, como también lo es Heineken con proyectos como éste en pro de la sostenibilidad y el medio ambiente”.

Decididamente con Doñana desde 2016
Los trabajos de Heineken España en el entorno de Doñana comenzaron con la restauración de cuatro humedales: las lagunas de la Dehesa de Abajo, Pardillas, San Lázaro y el Lince, mejorando su funcionalidad hídrica y ecológica. Una vez garantizado el carácter semipermanente de estas lagunas, la cervecera se ha centrado en mantener su estado para aprovechar bien las lluvias e incrementar el agua que almacenan, así como de favorecer su uso público adaptando la zona para hacer más atractiva su visita.

Además de recoger toda el agua de lluvia en la zona, con más de 718 millones de litros durante el año hidrográfico en curso, se ha contribuido a la mejora de hábitats de especies en vías de extinción. Entre ellas destacan las que crían en estas lagunas, entre las que se encuentran mamíferos como el lince y aves acuáticas como la cerceta pardilla. Con la puesta en marcha del nuevo acuerdo firmado por Heineken España y la Junta de Andalucía, el Proyecto Doñana incorporará novedades como la instalación de palomares y refugios para murciélagos, un animal de gran valor según la ONU por su papel en la mitigación del cambio climático, la recuperación de humedales y el control de las plagas de mosquitos.

Eficiencia, circularidad y compensación
El agua es una prioridad para Heineken a nivel mundial, que se refuerza en países con alto estrés hídrico como España, donde la compañía elabora marcas como Amstel, Cruzcampo, Heineken o El Águila. Un recurso imprescindible para elaborar cerveza, ya que el 95% de la cerveza es agua, que la compañía protege con una estrategia triangular, a través de la eficiencia, la circularidad y la compensación.

La hoja de ruta arranca en sus fábricas, con un ambicioso plan de eficiencia en España que en los últimos quince años -desde 2008- le ha permitido reducir un 41% el consumo de agua por litro de cerveza elaborado. Actualmente utiliza 2,9 litros y seguirá trabajando para hacer que esta cifra baje hasta los 2,6 litros en 2025, prácticamente la mitad de la que usaba en 2008 (4,9 litros). Un objetivo que ya ha cumplido en su fábrica de Sevilla y que aspira conseguir a nivel nacional cinco años antes de la fecha que se ha marcado Heineken a nivel global en países con estrés hídrico.

La segunda cara del triángulo es la circularidad, para que otras industrias cercanas, agricultores y la propia naturaleza puedan reutilizar el agua tratada mediante su recuperación y reciclaje.

Y, por último, hay una parte del agua, la que contiene la propia cerveza (1 litro) y la que se evapora en el proceso de elaboración (0,5 litros), que Heineken no puede dejar de consumir. Por eso la compañía integra el concepto de compensación en su estrategia e invierte en soluciones basadas en la naturaleza para reponer a sus cuencas de origen el agua que no puede reducir, depurar o reutilizar. Gracias a sus proyectos en Doñana, la Albufera y la ribera del Jarama, retorna a las cuencas de los ríos que nutren a sus fábricas de Sevilla, Jaén, Valencia y Madrid más de 1.900 millones de litros de agua al año. Una cantidad superior al objetivo que se había fijado (1.500 millones) y que en años hidrográficos como el actual ya ha alcanzado los 1.432 millones de litros en apenas cinco meses. El impacto de estos proyectos, desarrollados junto a administraciones públicas, asociaciones, universidades, ONGs y voluntarios, representa mejoras en materia de agua y en la biodiversidad de los ecosistemas restaurados.