Según el informe ‘Situación Andalucía 2022’, presentado por Miguel Cardoso, economista jefe para España de BBVA Research, y Francisco Javier Jérez, director de la Territorial Sur de BBVA, el crecimiento de la economía andaluza se mantendría en una senda positiva, situándose en el 4,3%, similar al aumento del conjunto nacional, que se prevé del 4,4%. Ello, tras haber experimentado un aumento de la actividad del 5,9% en 2021, 4 décimas por encima de la media nacional.

El crecimiento del PIB se aceleró en el segundo trimestre del año por el efecto positivo sobre el consumo de la vacunación contra la COVID-19. Un hecho que ha beneficiado en mayor medida a las comunidades turísticas, entre las que se encuentra Andalucía, y que dentro de la región, han notado más favorablemente las provincias de costa, con una aceleración de su empleo. Así, superados los niveles precrisis de afiliación ya en 2021, la recuperación del empleo en el primer semestre de 2022 volvió a ser más dinámica que en el conjunto de España. A destacar la mejora del empleo en las provincias más dependientes del turismo como Almería, Cádiz, Huelva, Sevilla y, en particular, Málaga, favorecida por la recuperación de la llegada de visitantes foráneos.

Sin embargo, los datos de los últimos meses muestran una desaceleración de la actividad, que se observa en los indicadores de gasto que reduce el crecimiento en el sector del turismo, pero también en las provincias de interior, que son las que muestran un menor dinamismo de su empleo en el tercer trimestre.

Desaceleración de la economía andaluza en el tercer trimestre y revisión a la baja para 2023
BBVA Research prevé que la desaceleración observada en el tercer trimestre pueda continuar, tal y como reflejan ya los distintos indicadores de empleo y gasto con tarjeta, y rebaja su previsión de crecimiento del PIB para 2023 hasta el 0,9%. Una cifra en línea, nuevamente, con el crecimiento de España (1%).

Los principales motivos de esta ralentización están relacionados con la desaceleración de la demanda europea de bienes de equipo y de producción, además del aumento de los costes como consecuencia de la guerra en Ucrania. A esto se suma el aumento del precio de la energía, que limita la recuperación de las zonas industriales cuya producción es similar a la del conjunto nacional y, por tanto, requieren de un mayor consumo energético. También afectará al sector agroalimentario y de la construcción. Según BBVA Research, en Andalucía cada aumento del precio del petróleo del 10% restaría entre 0,3 y 0,4 puntos porcentuales al PIB del año en el que se produce.

El encarecimiento de los precios energéticos y de las materias primas han acelerado la inflación, situando a la andaluza en el 9,2% en septiembre (6,6% la subyacente), y en el 8,9% la media nacional (6,2% subyacente) . Una inflación que se ha visto incrementada también por el conflicto ucraniano debido a los elevados precios energéticos, pero que también afecta a otros productos relevantes para la región como los fertilizantes o algunas materias primas. A este respecto, la pérdida de poder adquisitivo contribuirá a frenar el gasto de las familias andaluzas. A todo esto hay que añadir el impacto que pueda tener el aumento en los tipos de interés que se viene produciendo. El incremento en la carga financiera de las familias hará que las más afectadas tengan que ajustar su consumo para poder hacer frente al pago de la hipoteca.

El ahorro de las familias contribuye al mantenimiento del consumo
Según BBVA Research, el exceso de ahorro acumulado por los hogares contribuirá a sostener el consumo y la inversión a pesar de que Andalucía tiene menos renta, mayor nivel de paro y un menor colchón de ahorro en comparación con el resto de comunidades. Aún así, esta mejor posición respecto a la crisis de 2008 ayudará a amortiguar la corrección en el consumo en los próximos trimestres.

Por otro lado, las transacciones de vivienda en la región mantienen un elevado dinamismo (+14,3% en los primeros ocho meses del año), impulsadas por la fuerte recuperación de la demanda de extranjeros. Este avance se añade a la fuerte recuperación de 2021 (+41%) y permite que esta variable continúe creciendo más que en el conjunto de España.

En cuanto al consumo, los datos de gasto con tarjeta muestran que, tras un primer semestre dinámico, el consumo en Andalucía se incrementó en un 4,3% en el tercer trimestre, rompiendo la tendencia de un comportamiento más favorable que en el conjunto nacional. La desaceleración del gasto con tarjeta en estos últimos meses se concentra en los gastos ligados al turismo, como pueden ser viajes o grandes superficies, mientras que se mantienen los vinculados con la estancia en casa o la alimentación, que incluso se acelera.

Un elemento esencial para el crecimiento de la comunidad andaluza en los próximos meses es la ejecución de los fondos europeos NextGenerationEU (NGEU). La inversión en construcciones no residenciales, así como en maquinaria y equipo aceleraría la economía de Andalucía, que ya tiene fondos asignados por un importe de 3,3 puntos porcentuales de su PIB regional. En esta comunidad, el aumento de las licitaciones de obra pública financiadas con los fondos europeos duplicaría el promedio nacional.

Un mercado laboral con escasa mano de obra cualificada disponible
BBVA Research prevé que Andalucía genere 135.000 puestos de trabajo en 2023, sin embargo, la falta de mano de obra cualificada necesaria para cubrir la demanda de las empresas complica la situación. Para ello, es necesario un sistema educativo que incremente la interacción entre estudiantes y empresas en busca del mayor beneficio, así como la reducción del elevado peso de la contratación temporal. Y es que aunque los cambios en la legislación laboral han aumentado el peso de los contratos indefinidos, la temporalidad laboral en Andalucía continúa siendo superior a la de España.

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