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John Axelrod con Sam Pisar
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La XXIX temporada de abono de la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla se desarrollará entre septiembre de 2018 y junio de 2019 bajo el título La música y la palabra escrita. En ella el público sevillano podrá disfrutar en el Teatro de la Maestranza de catorce programas de abono en los que se abordarán obras inspiradas por los más importantes autores literarios de la historia tales como García Lorca, Cervantes, Pushkin, Schiller, Molière, Goethe, Lord Byron y Shakespeare, de la mano de músicos como Ravel, Falla, Chaikovski, Richard Strauss, Rossini, Lully, Berlioz, Robert Schumann o Mendelssohn, entre otros.
El concierto inaugural, ‘Y un solo Dios. Bernstein y el monoteísmo’, programado para los días 13 y 14 de septiembre, estará dirigido por el titular, John Axelrod y se realizará en colaboración con la Fundación Tres Culturas.
Las dos obras programadas se deben a autores nacidos en el continente americano y de cultura judía: el mexicano Samuel Zyman y el estadounidense Leonard Bernstein. La composición de Zyman, Concierto para guitarra y orquesta, ‘Sefarad’, recrea precisamente el legado musical de los sefardíes expulsados de España en 1492, y parte de la Suite Sefarad escrita para guitarra por su amigo Sergio Bross, de la que toma mucho de su material temático y carácter. Un acontecimiento de este calado no podía tener sino un solista de excepción como es el guitarrista sevillano José María Gallardo del Rey.
Este programa constituirá también el primero de los dos con los que se clausurará el ciclo Bernstein, que comenzó la pasada temporada, con motivo del centenario del nacimiento del carismático compositor estadounidense.
Precisamente, John Axelrod tuvo oportunidad de estudiar con él al final de la vida del maestro. En 2017-2018 la orquesta ya abordó las dos primeras sinfonías de Bernstein, ‘Jeremiah’ y The Age of Anxiety. Ahora será el turno de la que cierra su periplo sinfónico, la nº 3 ‘Kaddish’, en la que Bernstein vuelve una vez más a su religión, para dirigirse a Dios como en esta oración conjunta, que habitualmente se utiliza para despedir a los muertos. En su caso, el músico aprovecha para reflexionar sobre el caos imperante en la humanidad y preguntarle a Yahvé cuándo se producirá esa situación de equilibrio que traerá consigo la llegada del Mesías. Bernstein la estrenó pocas semanas después del asesinato de John F. Kennedy, por lo que la partitura fue dedicada a su memoria. Posteriormente, revisaría la obra, dando la posibilidad de que el narrador fuera tanto una mujer (como en la versión original) como un hombre. La versión que Axelrod dirigirá no es la habitual, sino una alternativa, aprobada por el propio Bernstein, con una narración de Sam Pisar, quien sobrevivió al Holocausto y rememora aquí su terrible experiencia. Precisamente, las dos narradoras en estas veladas de Sevilla serán la viuda de Pisar, Judith, y su hija Leah, en tanto que la parte de la soprano será cantada por Kelley Nassief. La ROSS estará acompañada por el Coro de la Asociación de Amigos del Teatro de la Maestranza y la Escolanía de los Palacios.
El segundo programa, Lorca y lo latino (4 y 5 de octubre), dirigido también por Axelrod, estará repleto de sorpresas, con la primera interpretación en la ROSS de Homenaje a Federico García Lorca de Silvestre Revueltas, la Obertura cubana de Gershwin, el Danzón de Fancy Free de Bernstein y el Danzón nº2 de Arturo Márquez. También se ofrecerá el estreno español del Concierto latino de la prestigiosa pianista y compositora, ganadora de un premio Grammy, Gabriela Montero. Ella misma será la solista de una obra en la que fusiona con virtuosismo y elegancia ritmos de América latina, como el mambo, el son y la conga de Cuba, con guiños a la música del brasileño Villa-Lobos o al joropo llanero de su país, Venezuela.
Respecto a la obra del mexicano Revueltas, resulta muy interesante por cuanto que es uno de los más tempranos homenajes a García Lorca, que parece ser que ya había empezado a componer antes de saber de su muerte (era un gran admirador de su obra y recitaba sus poemas de memoria) y que transformó entonces en una página de duelo. La Obertura cubana es, sin duda, una de las páginas de Gershwin que más enardece al público, con sus ritmos afrocubanos y citas de clásicos como Échale salsita o La Paloma. En cuanto a Bernstein, el Danzón del Ballet Fancy Free (antecedente del musical On the town) constituye una primera incursión en la música latina antes del célebre mambo de su West Side Story. Por último, la presencia de Arturo Márquez resulta ya obligada en todo programa latino que se precie, pues su Danzón nº2 es en la actualidad la pieza sinfónica de un compositor mexicano más interpretada en todo el mundo después el Huapango de José Pablo Moncayo.
El tercer programa de abono (8 y 9 de noviembre) se centra en la quintaesencia de las letras españolas, la obra magna de Miguel de Cervantes, El ingenioso hidalgo Don Quijote de La Mancha. Andrés Salado dirigirá estas veladas, que se abren con el primero de los conciertos de Serguéi Rachmáninov que se interpretarán a lo largo de la temporada. El elegido en esta ocasión es el Concierto para piano nº1, delicioso primer opus que, a pesar de ser una obra de juventud, establece los cimientos de lo que será la producción concertante de su autor, donde ya se reconoce plenamente su lenguaje romántico y heredero de Chaikovski. La solista en esta ocasión será Hiroo Sato, ganadora del Premio Canals 2016. Ya en el ámbito quijotesco, el barítono Josep Miquel Ramon se pondrá en la piel del Caballero de la Triste Figura, con las Tres canciones de Don Quijote a Dulcinea, la última obra de Maurice Ravel. Estas canciones, que debían haber sido cuatro, fueron encargadas por el cineasta W. G. Pabst para la primera adaptación cinematográfica de la novela de Cervantes, protagonizada por el legendario bajo ruso Feodor Chaliapin. Sin embargo, la enfermedad que se llevaría a Ravel a la tumba ya había empezado a causar estragos y el músico se demoró mucho en su conclusión, precisando ayuda a la hora de orquestar la partitura. Por ese motivo, Pabst incluyó en la película otras canciones, con el mismo texto, compuestas por Jacques Ibert. Sin embargo, y a pesar de la dificultad, en este pequeño ciclo de Ravel hallamos todavía intacto su genio y la pasión por España que demostró a lo largo de toda su producción.
La otra obra basada en ‘El Quijote’ es la ópera de cámara ‘El retablo de Maese Pedro’, compuesta por Manuel de Falla para ser interpretada en el palacio de la princesa de Polignac, en 1923. Partiendo de un capítulo de la segunda parte de la novela, Falla recrea como pocos tanto el espíritu cervantino y la música española de los siglos XVI y XVII, yendo más allá de lo que había hecho en su etapa de inspiración andaluza. Josep Miquel Ramón volverá a encarnar a Don Quijote, en tanto que la soprano Ruth Rosique dará vida a Trujamán y el tenor Pablo García-López a Maese Pedro.
En el 4º programa (20 y 21 de diciembre), Pasión por Pushkin, dirigido por Axelrod, la ROSS repasará algunas de las partituras del autor que más obras musicales ha inspirado en Rusia. De hecho, Pushkin iba a ser el libretista de la adaptación operística de su poema Ruslán y Ludmila, pero se lo impidió su muerte en un duelo, y el compositor Glinka tuvo que confiar esta tarea a otras manos. De dicha obra, piedra fundacional de la ópera rusa, se escuchará la obertura. También se han incluido en este programa algunas páginas de homenaje al poeta pero no inspiradas en ninguna obra suya en concreto, tales como la Polonesa para orquesta Op. 49 de Anatoli Liádov (escrita con motivo del centenario del nacimiento del escritor) o el Vals nº 1 de la Suite Pushkin de Prokófiev (que conmemoraba su 150 aniversario).
Otra obra capital del corpus pushkiniano es el drama histórico sobre el zar usurpador del siglo XVI Boris Godunov que hoy sólo podemos imaginar a través de la música del malogrado Modest Músorgski, el más visionario de los integrantes del llamado Grupo de los Cinco. Su ópera homónima, a pesar de constituir un éxito cuando se estrenó, pasó por varias dificultades. Para empezar, tuvo que reescribirla para cumplir con la costumbre imperante de que en ella hubiera una historia de amor, que es la de Marina y el falso Dimitri en la corte polaca. Por ese motivo, compuso la Introducción y Polonesa que podremos escuchar aquí.
La presencia de Rachmáninov será muy de agradecer en este programa ruso, ya no a través de sus conciertos pianos, que sonarán en otras fechas, sino de la que es su otra gran obra para piano y orquesta, la famosa Rapsodia sobre un tema de Paganini de 1934, en la que el compositor alcanza la cima de su lirismo con la famosa Variación nº 18. La solista de esta página capital del siglo XX será Tatiana Postnikova.
El programa dedicado a Pushkin se cerrará con Chaikovski, y una página extraída de su maravillosa adaptación de la novela en verso del primero Eugenio Oneguin. Se trata del aria de Lensky del acto II, en una adaptación para flauta y orquesta de G. Braunstein, con Vicent Morelló Broseta como solista. El broche final será la popular suite del ballet El cascanueces, también de Chaikovski, inspirándose en un cuento de E.T.A. Hoffmann.
El 5º programa de abono, Fábulas y tonos, primero de 2019 (17 y 18 de enero), será dirigido por Marc Albrecht, bajo el sugerente título de Fábulas y tonos. Constituirá el primero de los dedicados a finalizar el ciclo de los poemas sinfónicos de Richard Strauss, iniciado la temporada pasada. El elegido para esta ocasión es el que la crítica suele considerar el más perfecto de cuantos escribió: Las alegres travesuras de Till Eulenspiegel, una recreación de este pícaro del Norte de Alemania, que existió realmente y falleció a consecuencia de la peste negra en 1350. La literatura ya dio buena cuenta de sus fechorías (reales e inventadas) a partir del siglo XVI e incluso fue adoptado en Flandes. El poema sinfónico recrea tanto sus gamberradas, como sus enamoramientos y su denuncia de la hipocresía imperante en su tiempo, concluyendo con una irónica última risotada de su espíritu tras perecer en la horca.
El segundo de los conciertos para piano de Rachmáninov programados para esta temporada es el nº4, que rara vez se toca y sigue siendo el menos popular de su ciclo pese a su calidad y al hecho de que presenta la faceta más moderna de su autor. En esta ocasión contará con Alexei Volodin como solista quien, sin duda, logrará resaltar los muchos y poco reconocidos méritos de la partitura.
La tercera obra de este 5º programa es el mayor y casi único éxito de su exigente autor, Paul Dukas. Se trata del scherzo El aprendiz de brujo, en el cual se aprecia la impronta de Las alegres travesuras de Till Eulenspiegel, estrenada dos años antes. Dukas se basó en una balada de Goethe, quien a su vez tomó el tema de Luciano Samosata. La popularidad que alcanzó la composición fue tal que Walt Disney la incluiría con fortuna, con Mickey Mouse como aprendiz de brujo, en su film Fantasía.
Este programa finaliza con la suite de 1919 del primer ballet de Igor Stravinski, El pájaro de fuego, que le consagró como figura estelar de los Ballets Rusos de Serguéi Diaghilev en París y uno de los compositores de más relevancia mundial de su época.
En el programa 6º, Schiller como inspiración, (24 y 25 de enero) Axelrod tomará nuevamente la batuta con una de las páginas más populares de Rossini: la obertura de su última ópera, Guillermo Tell, basada en el drama homónimo de Schiller. Aunque la ópera no tuvo éxito y Rossini se retiró para siempre de los escenarios, la obertura sí que quedó en la memoria colectiva, siendo hoy en día una de las obras más interpretadas del Cisne de Pésaro.
La siguiente obra es uno de los grandes conciertos de violín del repertorio, en el que se contará con la violinista Patricia Kopatchinskaja como solista. Se trata del Concierto en Re mayor de Chaikovski, página de dolorosa intensidad compuesta por el músico tras su fallido matrimonio y su consiguiente intento de suicidio. La obra fue escrita en una cabaña en Clarens, Suiza, y Chaikovski tardaría en encontrar un solista dispuesto a tocarla, pues fue calificada de ‘ininterpretable’.
El concierto 6º finaliza con la descriptiva Sinfonía Alpina de Richard Strauss, compuesta tiempo después de haber finalizado su etapa como autor de poemas sinfónicos. Strauss sentía que necesitaba dar música “como una vaca da leche” y recreó con todo lujo de detalles una excursión por los Alpes a través de veintidós escenarios diferentes y nada menos que sesenta motivos musicales.
En el concierto 7º, La primavera de Don Juan, (14 y 15 de febrero) Daniele Rustioni dirigirá a la ROSS con algunas de las obras más conocidas inspiradas por este mito sevillano, plasmado literariamente por Tirso de Molina, Molière, Goldoni o Zorrilla, entre otros. Es evidente que un concierto así ha de comenzar con la siniestra obertura de Don Giovanni de Mozart, compuesta en veinticuatro horas. De Mozart también se ofrecerá su Concierto para violín nº4, escrito a los 19 años de edad, como el ciclo completo para este instrumento, con la violinista Francesca Dego.
Otro gran Don Juan es el recogido en el poema sinfónico homónimo de Strauss, considerado su primera obra maestra, cuya fuente literaria fue un poema inconcluso de Lenau sobre el disoluto caballero.
Estas veladas concluirán con la deslumbrante Sinfonía nº1 ‘Primavera’ con el que un exultante Robert Schumann, incentivado por Clara Wieck, con la que acababa de casarse, debutó con éxito dentro del repertorio sinfónico. Con esta obra se iniciará la integral sinfónica de Schumann que se desarrollará íntegra a lo largo de la temporada.
El 8º programa de abono (21 y 22 de febrero) nos trasladará a la corte de Versalles, con Un gentile Molière, de la mano del director Xu Zhong. El genio de la comedia francesa tuvo oportunidad de colaborar con los mejores músicos de su tiempo para deleitar al rey Sol, Luis XIV. Con Jean Baptiste Lully establecería una fructífera relación cuyo mayor logro es la música incidental de El burgués gentilhombre, con la que se abrirá el programa. Ya en el siglo XX, Richard Strauss realizaría su particular homenaje a esta unión de talentos sumándole el suyo propio. A instancias de su libretista Hofmanstthal decidió reorquestar algunos números de Lully de esta obra y añadir otros de su cosecha, revisitando el estilo barroco. Sin embargo, lo que más aceptación tendría de ese experimento sería el germen de su deliciosa ópera sobre el teatro dentro del teatro Ariadna en Naxos. Por ese motivo, Strauss decidió reciclar su música incidental de ‘El burgués gentilhombre’ y agruparla en una divertida suite sazonada con su particular sentido del humor, que alcanza sus cotas más altas en el número de La cena.
En estas veladas también habrá oportunidad de escuchar uno de los primeros conciertos para piano plenamente maduros de Mozart, el nº9, escrito para la señorita Jeunehomme, una pianista francesa que pasó por Salzburgo en enero de 1777. La parte solista de esta obra será interpretada por el propio Xu Zhong, quien dirigirá a la ROSS desde el teclado.
En el programa 9º (11 y 12 de abril) Axelrod tomará la batuta para dar forma al repertorio agrupado bajo el título Transfiguración. En él dirigirá las dos obras más famosas que contienen ese término. La primera es La noche transfigurada, composición temprana de un Arnold Schönberg recién enamorado de la que sería su esposa, Mathilde, hermana del compositor Zemlinsky. Proféticamente, Schönberg escogería un poema de Richard Dehmel en el que un hombre perdona a su amante tras revelarle ésta que está embarazada de otro. Años después, Mathilde abandonaría a Schönberg por un pintor, aunque luego regresaría arrepentida, obteniendo su perdón. El pintor se suicidaría como consecuencia de ello. La noche transfigurada nacería como sexteto de cuerda, aunque actualmente es más interpretada en su versión para orquesta de cuerda, que es la que se escuchará aquí.
Muerte y transfiguración es uno de los poemas sinfónicos más desgarradores de Richard Strauss, que por una vez renuncia a buscar una fuente de inspiración literaria y recrea la agonía de una artista, sobre un lecho en una triste estancia. La batalla con la muerte por su alma ocupa el grueso del poema, siendo la transfiguración poco más que un breve y glorioso epílogo. 60 años después, Strauss afirmaría en su lecho de muerte que había acertado al describir todas aquellas sensaciones en la partitura.
En este programa se incluye otro de los conciertos para piano de Rachmáninov, el nº3 (sólo superado en popularidad por el segundo), que a pesar de recibir malas críticas en su estreno, fascinó al público y sería luego defendido por pianistas de talla internacional, convirtiéndose en un clásico del repertorio. El solista escogido para esta ocasión será Alexander Ghindin.
En una temporada literaria que se precie no podía faltar la referencia al Fausto de Goethe, el gran pilar de la literatura alemana, al cual se alude en los programas 10º y 13º. En el primero de ellos (25 y 26 de abril) la dirección correrá a cargo de John Axelrod, y se abordará la obertura Fausto de Wagner, primer movimiento de una sinfonía que nunca llegó a componer, puesto que acabó dedicando toda su energía creativa al ámbito operístico.
En estas veladas podrá escucharse el Concierto para piano nº 2 de Rachmáninov, uno de los más populares de todos los tiempos. Abatido por el fracaso de su Sinfonía nº 1 Rachmáninov entró en una profunda depresión y pensó abandonar la composición para siempre. Sin embargo, una terapia de hipnosis con Nikolai Dahl le llevaría a tratar de recuperar la fe en sí mismo escribiendo este portentoso concierto. Inseguro, Rachmáninov sólo escribió los movimientos segundo y tercero y tras estrenarlos con éxito se sintió al fin con fuerzas para elaborar el primero que, por ese motivo, suena tan triunfal. La solista de estas veladas será Mary Anne Huntsman, hija del Embajador de Rusia en Estados Unidos.
Este programa finaliza con la Sinfonía nº2 de Schumann, escrita, a diferencia de la nº1, en un momento de abatimiento y problemas de salud del que, según confesión propia, esta obra le ayudó a salir (igual que a Rachmáninov su concierto).
En el programa 11º (2 y 3 de mayo), El viaje de Wallis Giunta, John Axelrod nos propondrá recorrer el mundo de la mano de esta mezzosoprano canadiense. El viaje nos llevará por España con Manuel de Falla (con una danza de La vida breve y algunas de sus armonizaciones de canciones populares), Chapí (con las sentidas carceleras de Las hijas del Zebedeo) y los músicos catalanes Federico Mompou y Xavier Montsalvatge, del cual se abordarán sus Cinco canciones negras. El viaje también pasará por Argentina, con una página de María de Buenos Aires de Piazzolla, o la entrañable Amor, amor mío del estadounidense Peter Lieberson, sobre versos del chileno Pablo Neruda. Se da la circunstancia de que esa canción, y el ciclo al que pertenece, fueron compuestos por Lieberson para su esposa, la soprano Lorraine Hunt, que fallecería poco después de estrenarla. Este viaje se completará con una de las obras más aplaudidas de Rachmáninov: su Sinfonía nº2.
En el programa 12º (9 y 10 de mayo), El peregrinaje de Byron, tendrá lugar un intercambio de la ROSS con la Columbus Symphony Orchestra. El director en esta ocasión será Rossen Milanov, quien abordará en primer lugar el estreno sevillano de Fragmentos del Satiricón. Esta obra del compostelano Fernando Buide del Real se inspira en la novela homónima de Petronio y en el film de Federico Fellini basado en la primera. Con ella su autor obtuvo el prestigioso premio de Composición Orquestal AEOS-BBVA en su séptima edición.
Respecto a Byron, la primera de las obras basadas en la poesía de Lord George Gordon será Harold en Italia de Berlioz. Lo que fue un encargo para viola sola de Paganini acabaría transformándose en una ambiciosa adaptación para este instrumento y orquesta de las impresiones despertadas en el músico francés por la lectura de Childe Harold, centrándose en su periplo por Italia, al cual añadiría vivencias personales. El violista aquí será Rossen Milanov.
Respecto a la Sinfonía Manfred de Chaikovski, le fue sugerida como tema por Balakirev, quien antes le había hecho la misma propuesta a Berlioz. Aunque Chaikovski adapta aquí el poema homónimo sobre la culpa de Byron, su modelo es el propio Berlioz, con su Sinfonía fantástica y Harold en Italia.
El programa 13º, El fantasma de Goethe, (20 y 21 de junio), dirigido por Maxim Emelyanychev, vuelve sobre el gran poeta alemán con las Escenas del Fausto de Schumann. El compositor concluyó esta obra poco antes de perder la razón y está a caballo entre el oratorio, la ópera y el lied. Poco comprendida durante mucho tiempo, empezó apreciarse a raíz de que Benjamin Britten la grabase en 1973. La otra obra goethiana es la célebre obertura Egmont de Beethoven, perteneciente a la música escénica para una reposición de este drama de 1788, basado en la vida del célebre noble flamenco, ejecutado durante el reinado de Felipe II.
Uno de los platos fuertes de este programa será el Concierto para violín en Mi menor de Mendelssohn, uno de los más importantes e interpretados del repertorio, cuya milagrosa concisión e inagotable aliento dejó fascinado al público de su tiempo. En esta ocasión contará con la violinista Julia Igonina como solista.
El programa se cerrará con la Sinfonía nº4 de Schumann, que en realidad fue la segunda que escribió. Pero insatisfecho con su orquestación, que encontraba demasiado ligera, la revisaría profundamente hasta darle su forma definitiva doce años después con gran aplauso del público.
La temporada de abono finalizará con el 14º programa, El sueño de Shakespeare (27 y 28 de junio), a las órdenes de John Axelrod. En él se concluirá en primer lugar el ciclo sinfónico Schumann con su Sinfonía nº 3 “Renana”. Un Schumann agobiado por su trabajo en Düsseldorf visitó Colonia, en cuya catedral asistió a una ceremonia de consagración que le dejó fascinado. Esta impresión y la de las fiestas populares del Rin le llevaron a componer una sinfonía que, de alguna manera, contase la historia de este río, en lo que es una de sus partituras más sobresalientes.
La obra con la que se cierra esta temporada es la música incidental completa y original (incluyendo un elenco vocal) de Felix Mendelssohn para El sueño de una noche de verano. A los diecisiete años, y deslumbrado por la lectura de la comedia de Shakespeare, Mendelssohn escribiría una prodigiosa obertura en la que plasmaba su visión de conjunto de la obra. Diecisiete años después, y a instancias del rey Federico Guillermo IV de Prusia, compondría toda una partitura incidental, compuesta por catorce números (incluyendo la primitiva obertura), en la que prolongaba estas gozosas impresiones de su adolescencia. La obra contará para este fin de fiesta de la temporada 2018-2019 con el Coro Femenino de la Asociación de Amigos del Teatro de la Maestranza.