La gastronomía bien puede ser considerada como una religión y el lema del nuevo restaurante sevillano ‘La Grazia Italiano’ tiene mucho de religioso: ‘Domus Gratia, scala Coeli’, que viene a significar, la entrada a la Grazia es una escalera al cielo. Esto es lo que nos proponen alcanzar a través de su propuesta gastronómica, que se diferencia de otros restaurantes italianos de la ciudad en base a sus productos: productos ecológicos y de alta calidad; cocina artesanal y no industrial; y pizzas de autor y tradicionales 100% artesanas.
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El restaurante se inauguró el pasado mes de febrero. Su promotor es Alejandro Ceberio, quien se estrena con esta experiencia en el sector de hostelería. La impresión de los clientes sobre la calidad del restaurante es buena, como así se refleja en las valoraciones de Tripadvisor (4,5 de puntuación media) y Google (4,4 puntos de media), entre otras críticas gastronómicas.
Cristian Rizzello es el jefe de cocina de ‘La Grazia’ y todo su equipo es también italiano. Ésta es, sin duda, una de las claves del éxito del establecimiento. Otra es la materia prima que utilizan, que es de máxima calidad y procede de Italia o España, conforme a su mejor denominación de origen. Por ejemplo, La Burrata es de Puglia; la harina, del mejor grano italiano 100%; el jamón ibérico de la sierra de Aracena; y el aceite virgen extra, de La Subbética. “Intentamos que las materias primas sean ecológicas y que respeten el bienestar animal; la carne de ternera es ecológica de la raza Asturiana del Valle, premiada como la mejor raza de ternera europea en 2018, el pollo y los huevos, de corral”, explican.
Cristian y su equipo hacen una comida tradicional italiana de calidad, trabajando artesanalmente, respetando los alimentos al máximo para que estén frescos y no pierdan sus nutrientes.
Cambian de carta con la temporada para respetar todo lo que se pueda la estacionalidad de los productos. En cocina, destacan antipasti como La burrata La Grazia, los carpaccios de pulpo y carne, la caponata con queso a la parrilla; Lasagnas (boletus y trufa, de carne); Parmigianas (de alcachofa, de berenjena…), pasta como la pappardelle de setas y trufa o el risotto alla pescadora.
La pizzería cuenta con un horno de última generación italiano. Ofrecen tanto pizzas tradicionales –a cuya masa aportan una parte de grano integral para que sean más saludables–, y pizzas de autor o gourmet de masa gruesa, donde el 75% de los ingredientes se añaden después de que la pizza salga del horno, para que no pierdan sus nutrientes. Ellos elaboran la masa, así como el pan o los gnocchis. Según explican, “la masa se hace con masa madre con un mínimo de 24 horas de fermentación, lo que hace que el nivel de gluten sea bajo y que se digieran fácilmente, evitando las digestiones pesadas que muchas veces la gente tiene con pizzas de baja calidad”.
En cuanto a la carta de vinos, tienen caldos italianos y españoles de calidad, seleccionados dentro de un rango de precios medio, que actualmente están ampliando. Pero siempre hay que dejar un hueco para los postres y aquí destacan el tiramisú, el cannolo palermitano relleno de ricota, la tarta de chocolate con crema de mango o la de trufa.
La Grazia es un restaurante italiano inspirado en las recetas tradicionales que se cocinaban en los conventos y monasterios durante la Alta Edad Media y el Renacimiento. Una gastronomía que representa la cultura mediterránea.