La lucha contra el cambio climático pasa también por modificar hábitos de consumo a la hora de desplazarnos de un lugar a otro. El transporte es el responsable de casi una cuarta parte de las emisiones de gases de efecto invernadero en Europa. Por tanto, no tiene marcha atrás la transición hacia un modelo basado en la movilidad eléctrica que supere el uso de combustibles fósiles como gas natural, gasolina o el diésel. ¿Y qué pasos estamos dando?

Según informe anual de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), el avance es significativo. Aún sin llevarse a engaño, es significativo que el parque mundial de vehículos eléctricos sigue creciendo fuerza. Dos datos de interés: uno de cada cinco automóviles vendidos en EEUU y Europa es eléctrico, variando la estimación a a dos de cada tres en 2035. En España, hay matriculados casi medio millón. El aumento de la demanda es constante.

Se abre un escenario donde la cultura del automóvil está mutando hacia ‘lo eléctrico’. Y no sólo en lo referente a los coches sino también a otros soportes de la movilidad como son las furgonetas, camiones, autobuses y vehículos de dos y tres ruedas. Sin ir más lejos, Bloomberg espera que en este año se vendan 16,7 millones de vehículos para pasajeros y otro millón de comerciales.

La industria automovilística mundial y su mercado se está transformando, y poco a poco va poniendo la directa hacia la descarbonización del sector. La AIE en sus ‘Perspectivas mundiales del vehículo eléctrico’ ya avanza que para 2035 la demanda mundial de crudo caerá un mínimo de diez millones de barriles diarios de media anual en 2035 respecto a 2023, es de un 10% de la demanda actual.

Red de recarga pública

Otro punto crítico para el despegue definitivo hacia la movilidad eléctrica es la disponibilidad de puntos de recarga pública a medida que aumentan las ventas de vehículos. El informe de la Agencia Internacional de la Energía constata un aumento de un 40% en 2023 respecto a 2022.

En España, Iberdrola cuenta con la red de recarga pública más extensa de España, sumando más de 7.000 puntos de energía 100% verdes, procedente de fuentes renovables. En el caso de Andalucía, la red está en torno al millar de puntos de recarga.

Además, en coalición con BP, está impulsando una red de carga rápida y ultrarrápida donde esperan alcanzar los 11.700 puntos de carga en 2030.