La publicidad, en su afán por conectar emocionalmente con su audiencia, encuentra a menudo un terreno fértil en la cultura de un país. Hay eslóganes que penetran en la mente del consumidor y se mantienen durante generaciones como expresiones habituales del lenguaje popular: es el caso de ‘Si no hay La Casera, nos vamos’, inventado en los años 80 por el célebre publicista José Luis Zamorano –fallecido hace unos meses– y que pasó de la televisión a las calles, donde el público lo usaba para manifestar con humor su descontento por la ausencia un producto insustituible por su calidad y su chispa tan familiar. En esas piezas se mezclaban clichés repletos de insights de la sociedad de la época y se recordaba al hostelero y al consumidor que una marca tan icónica se puede pedir y consumir en cualquier parte. Tanto la gaseosa como el Tinto de Verano La Casera son fieles acompañantes de la mesa por su sabor único, ligero y agradable que permite disfrutar aun más de los aperitivos y comidas con los nuestros.

En el año del 75 aniversario de su creación, La Casera, una de las marcas españolas más queridas y líder absoluta en su categoría, recupera la mítica frase a través de un spot ideado por la agencia creativa La Despensa y llevada a la pantalla por la afamada productora audiovisual Little Spain. Formada en 2018 por Cris Trenas, Santos Bacana, Antón Álvarez (más conocido como C. Tangana), María Rubio y Rogelio González, el proyecto artístico-cinematográfico está estrechamente vinculado a la cultura popular española y latinoamericana. Saltó a la fama tras los clips musicales de El Madrileño, cuarto disco de estudio de C. Tangana, y desde entonces se ha convertido en toda una institución cultural, con dos nominaciones a los Premios Goya por su documental Esta ambición desmedida y un Grammy Latino por su colaboración con la cantante Nathy Peluso. Es también autor del famoso himno del centenario del Celta de Vigo. Su particular visión de la simbología y la idiosincrasia españolas y su capacidad para reconciliar tradición y modernidad fueron determinantes a la hora de ser elegidos por La Despensa para la realización de la nueva campaña de La Casera. Una marca 100% española y muy querida continúa siendo líder indiscutible con su amplia gama de refrescos para todos los gustos: la gaseosa La Casera, cero azúcares, con su sabor único y refrescante, así como una completa gama de aperitivos de baja graduación como el Tinto de Verano La Casera siguen siendo líderes indiscutibles en sus respectivas categorías.

En el spot de televisión, del que habrá tres versiones, de 45, de 20 y de 10 segundos, así como una versión extendida de 90’ para plataformas digitales, Little Spain hace gala del tono humorístico de las campañas históricas de la marca y, como Zamorano, que se inspiró en el universo berlanguiano para el rodaje de sus anuncios, utiliza recursos propios del cine actual: «optamos por un enfoque icónico que fusiona el refinado trabajo de cámara de los mejores films de Fesser, el realismo mágico de Sorrentino y los personajes de The Office», todo ello ejecutado bajo la particular lente de Little Spain, ya que se ha grabado en formato de cine 35 mm.

En sintonía con los códigos de La Casera, el escenario de la cinta es un restaurante, por cuya sala desfilan camareros de chaquetilla blanca, portando grandes paelleras, con el mar Mediterráneo como telón de fondo. La escena sitúa al espectador a la hora del aperitivo y de la comida de una convención de empresa y aglutina una sucesión de estereotipos de los hábitos que nos hacen sentir orgullosos sobre nuestra manera de vivir, comer y beber. A través de la figura de un becario repentina y efusivamente empoderado, que inicia el éxodo de toda la compañía (CEO incluida) hacia un bar donde sí hay La Casera, la campaña revindica una forma de ser y de sentir muy nuestra: «está en nuestro ADN ser personas despreocupadas y relajadas que queremos disfrutar de la vida, pero hay cosas que sí nos importan; pequeños detalles que elegimos y exigimos porque nos definen y nos representan, como que haya La Casera en el restaurante y, si no, nos vamos, porque las cosas o se hacen bien o no se hacen», explican desde La Despensa.

Por su parte, desde Little Spain aseguran haber tenido tanto con La Casera como con La Despensa «un ambiente muy familiar desde el principio; la marca ha puesto facilidades todo el tiempo a la hora de crear una peli muy nuestra, que transmite una historia y que no se ve tan publicitaria». Cuentan que «cuando nos propusieron el proyecto, vimos que todo tenía mimbres de hacer algo por lo que sentirnos orgullosos; recuperar el claim ‘Si no hay La Casera, nos vamos’ para toda una generación y traerlo para las nuevas nos enganchó. También nos llamó la atención el poder hacer algo más libre, tener la oportunidad de aportar cosas nuevas y sorprender a través del acting, la música, la escenografía y el lenguaje cinematográfico, que conecta con el espectador». Y añaden: «estamos en un punto en el que solo nos metemos en proyectos con los que podamos disfrutar, por eso esta campaña es un hito para Little Spain y ha sido un lujo hacer un tributo a la publicidad de hace años, que era más directa, atrevida y real».