Desde que Katia Simone comenzó a hacer realidad el sueño que tuvo al ser madre por primera vez, tras descubrir lo que la manteca de karité podía ofrecer a la piel de su bebé y a la de tantas otras personas, entendió que parte de su misión y la de su empresa (AOKlabs) en la sociedad era ayudar a los demás. Ahora, con el nacimiento de la Asociación Katia Simone, que centrará su actividad en la mejora de la calidad de vida de distintas poblaciones en África, lo ha reafirmado por completo.

La asociación era un proyecto que tanto Katia Simone, como Fran Morales, fundadores de AOKlabs, el laboratorio de cosmética natura africana que desde Dos Hermanas (Sevilla) está revolucionado el mercado, empezaron a forjar, sobre todo, a raíz de su último viaje a Ghana (África). En este país se asientan las dos cooperativas de mujeres (Nakunga y Kanvili), que elaboran algunos de los principios activos de los productos de su firma (Karité, Baobab y Moringa). En estos momentos, 250 mujeres trabajan para AOKlabs, frente a las 68 que eran hace solo unos años.

Ese viaje fue una experiencia vital para ambos. Volvieron a España con el corazón repleto de amor y cariño por todo lo que habían compartido con ellas, sus hijos, sus familias y comunidades. Ese tiempo con ellas los unió aún más y para siempre con el continente africano. Pero también fue una experiencia que les hizo ver con claridad su fuerte compromiso con esas mujeres y sus familias.

En sus maletas trajeron consigo infinidad de recuerdos y una enorme lista de proyectos que querían llevar a cabo para ayudar a mejorar sus condiciones labores y la calidad de vida de ellas, sus hijos y vecinos.

Los fundadores de la entidad detectaron que los habitantes de Nakunga (la población está rodeada por una reserva natural y libre de contaminantes de 60.000 kilómetros donde crece el Karité) carecían de agua potable y que sus habitantes debían recorrer 30 kilómetros como mínimo para buscarla. Tener agua en sus hogares mejoraría no solo la calidad de vida de toda la comunidad, sino que, además, permitiría a la cooperativa poder llegar a desarrollar el proceso de transformación de las nueces del Karité por completo hasta obtener la tan preciada manteca que ofrece increíbles propiedades para la piel.

Del mismo modo, comprobaron que debían trabajar con la población al completo para concienciarla sobre la importancia de mantener limpias y libres de basura sus calles y espacios comunes; que había que ayudarla a diseñar y construir su propio sistema de recogida y tratamiento de residuos; que debían buscar los medios para que tuviera acceso a visitas médicas con periodicidad; o que era imprescindible facilitar material escolar y ropa a sus niños y jóvenes.

Mientras, en Kanvili conocieron de cerca las instalaciones del colegio Kanvili Star Academy, en el que estudian casi 200 niños de diferentes edades, repartidos en tres aulas y dirigidas solo por tres profesores. El centro escolar necesita aulas nuevas; reformar y mantener las instalaciones ya existentes; una biblioteca; mobiliario para profesorado y alumno; uniformes y material escolar básico para los estudiantes (cuadernos, lápices, bolígrafos…); equipos informáticos; material deportivo…

Voluntarios y donantes
Todos estos son proyectos que la Asociación Katia Simone pretende llevar a cabo poco a poco. Con su labor, para la que cuenta con una red inicial de colaboradores (voluntarios y donantes) que comparten los mismos principios que sus fundadores, pretende identificar y abordar las necesidades prioritarias de diferentes comunidades africanas en áreas tan importantes como educación, sanidad, seguridad alimentaria o acceso a agua potable.

La Asociación Katia Simone parte ya con una importante labor de campo realizada. Con su trabajo ofrecerá, en colaboración con comunidades locales, soluciones sostenibles, prácticas y duraderas, capaces de generar un “impacto real” en la calidad de vida y el futuro de los habitantes del área en cuestión.

Para llevar a cabo cada uno de sus proyectos quiere contar con el apoyo de la amplia y fuerte comunidad con la que AOKlabs ya cuenta, pero también con el apoyo de cualquier ciudadano que desee ayudar a construir un mundo mejor.