Reunir en una misma mesa a directivos y autoridades del ámbito de las energías renovables da para muchos titulares. Ha ocurrido en el II Día de las Renovables en Andalucía organizado por Andalucía Económica en la Escuela de Organización Industrial (EOI) con el objetivo de reflexionar sobre estrategias empresariales sostenibles.
El encuentro fue inaugurado por la secretaria general de EOI, Mónica Bando, quien remarcó el fuerte compromiso de la institución con aspectos relacionados con la sostenibilidad, la energía y el medioambiente. “En el año 2000 lanzamos, por primera vez en España, el Master de Energías Renovables y Mercado Energético, y poco a poco se han ido sumando a nuestra oferta formativa nuevos programas ejecutivos sobre almacenamiento, energía eólica marina, biometano, hidrógeno verde… que han sido confeccionados para responder a las necesidades de estos sectores emergentes”, explicó.
Según Mónica Bando, en 2030 se generarán más de 18 millones de empleos verdes, lo que supone un crecimiento del 18% respecto al momento actual, “y en EOI estamos encantados de seguir formando talento en este ámbito de las energías renovables”.
A continuación intervino el director general de Andalucía Económica, Alfredo Chávarri, que citó al economista Juan José Toribio al plantear que “hemos pasado de lo incierto al desconcierto” en el ámbito geoestratégico, y como “no sabemos por dónde van a salir las cosas, hay que volver a lo fundamental, como las renovables”.
Estas fuentes limpias, dijo, nos permiten avanzar hacia la independencia energética y hacia una mayor seguridad en el suministro, “lo hemos visto a raíz de la invasión rusa en Ucrania”. Y concluyó con la cita de Henri Ford: “Si todos avanzamos juntos, el éxito vendrá por sí solo”, en alusión al liderazgo en el desarrollo de energías renovables que está marcando la UE.
Gran oportunidad
En la inauguración de la jornada también participó el consejero de Industria, Energía y Minas de la Junta de Andalucía, Jorge Paradela, quien pronunció un discurso optimista sobre la gran oportunidad que suponen para Andalucía las energías renovables a precios competitivos. “Europa quiere industrializarse de la mano de las energías limpias y la digitalización. Andalucía quiere jugar un papel importante en este frente, pero siempre partiendo de la base de que Europa tiene que acompasar la lucha por la competitividad con los objetivos de Green Deal de no renunciar a la descarbonización y a la transición verde”, indicó el consejero.
Paradela ofreció algunas magnitudes para justificar el papel protagonista que puede jugar Andalucía en el sector de las renovables. Por ejemplo, en su subsuelo podemos encontrar 22 de los minerales considerados críticos por la Unión Europea, lo cual es muy positivo de cara a reducir nuestra dependencia energética internacional.
El año pasado, indicó el consejero, alcanzamos un nuevo récord en potencia instalada, con 2.700 MW nuevos, un 66% más que en 2023. Andalucía cerró 2024 con 14,5 GW de potencia instalada y 100.000 MW en proyectos. Asimismo, nuestra comunidad es líder en energía solar y su objetivo es alcanzar en 2026 los 20 GW de potencia instalada.
Paradela insistió en la importancia de trabajar en la licencia social de los proyectos para que estos lleguen a término. De hecho, “como Administración hacemos una gran labor de pedagogía y la tramitación de los proyectos es exigente y participativa”. “Nos gustan los proyectos que tienen relación con el entorno económico de Andalucía, contratan ingeniería andaluza y cuentan con proveedores andaluces y talento local. Proyectos con huella industrial propia de esta tierra”.
El consejero hizo alusión a los acuerdos de colaboración en materia de desarrollo tecnológico e industrial vinculado a las energías renovables que mantiene Andalucía con otras regiones europeas como Baden-Wurtemberg, Baviera, Sajonia y norte de Westfalia. La referencia al hidrógeno verde, vector energético de moda, era inevitable por la apuesta decidida que está haciendo Andalucía. De modo que Paradela se refirió a la Alianza Andaluza del Hidrógeno Verde, con más de 150 empresas adheridas, y a los 23 proyectos en marcha que suman 5.500 millones de euros de inversión. También habló del corredor marítimo de hidrógeno verde Algeciras-Rotterdam, del Valle Andaluz del Hidrógeno Verde liderado por Moeve y del acuerdo para suministrar hidrógeno a Alemania durante 15 años. “Es esperanzador”, dijo el consejero.
Paradela también habló de la Alianza Andaluza del Biogás para impulsar la producción de gases renovables a partir de residuos orgánicos con el fin de sustituir al gas natural. Y subrayó el estímulo que van a suponer los nuevos incentivos lanzados por su Consejería para pymes industriales por valor de 250 millones de euros.
Por último, reclamó más infraestructuras de transporte eléctrico. “Andalucía ha hecho un gran esfuerzo en generación renovable, nos está llegando mucha demanda energética y merecemos ser recompensados. Somos la comunidad que más genera y tenemos un 40% menos de densidad de red”, indicó.
ESTADO DE LAS TECNOLOGÍAS, INNOVACIÓN Y ANÁLISIS DE MERCADOS
La innovación es consustancial a la evolución de las energías renovables, ya que permite el desarrollo de nuevas tecnologías y sistemas de almacenamiento de energía, además de aumentar la eficiencia de las instalaciones energéticas y facilitar la integración de energía limpia en las redes eléctricas. El primer panel de la jornada estuvo dedicado a debatir sobre ‘El estado de las tecnologías, innovación y análisis de mercado’.
Intervino en primer lugar Cristóbal Moreno, director técnico del Proyecto Onuba de Moeve. En su opinión, “Andalucía tiene una oportunidad única de contribuir a la independencia energética, pero son determinantes las infraestructuras eléctricas”.
A ello va a contribuir el proyecto Onuba, el primero de los grandes proyectos del Valle Andaluz del Hidrógeno Verde, incluido en los proyectos PERTE y en la Unidad Aceleradora de Proyectos de la Junta.
Moreno comentó que está listo para comenzar la construcción, a falta de la confirmación del punto de acceso a la red que se ha solicitado. “Será uno de los mayores proyectos a nivel mundial y muy innovador por su mezcla de tecnología alcalina y PEM. Se basa en tecnología europea y contribuirá en gran medida al desarrollo socioeconómico de Andalucía. El personal que participe en este proyecto adquirirá un know-how muy valioso en esta tecnología, clave para la transición energética y para la independencia energética de España y Europa”.
El Valle Andaluz del Hidrógeno Verde es ya un hito en el desarrollo industrial de Europa, con 3.000 millones de inversión y la previsión de generar 10.000 empleos en toda la cadena de valor. Contempla 2 GW de potencia, 10 veces más que el mayor proyecto de hidrógeno verde en Europa (el de Shell, en Róterdam).
Otro importante actor en el ecosistema de las renovables es Corporación Tecnológica de Andalucía (CTA), que estuvo representada en la jornada por su presidente, Beltrán Pérez. Esta entidad participa en proyectos europeos punteros que promueven el desarrollo de tecnologías y también financia I+D+i empresarial en colaboración con grupos de investigación universitaria o centros tecnológicos.
Beltrán Pérez, optimista con el posicionamiento de Andalucía de cara al desarrollo de las renovables, destacó algunos ejes estratégicos para impulsar este avance. De un lado, el desarrollo de baterías y de servicios de flexibilidad para facilitar la incorporación de la energía renovable a la red de distribución.
También considera necesario el desarrollo de electrolizadores más eficientes y bajos en costes, ya que actualmente producir hidrógeno verde cuesta cinco veces más que el que se produce con energías fósiles. Y señaló a las tecnologías robóticas como decisivas para optimizar los flujos energéticos y la eficiencia en el almacenamiento.
El presidente de CTA recordó asimismo que se están realizando avances en el campo de la fusión nuclear, y citó el proyecto Tokamak SMART de la US, como referente de esta tecnología. “El suministro eléctrico y energético es el motor del desarrollo industrial y empresarial, y Andalucía tiene una oportunidad histórica por su posición. El problema es que no tenemos suficiente capacidad eléctrica en la red”, por lo que Pérez apuntó que “sería deseable aumentar la capacidad eléctrica de la red.
A continuación intervino Inés Arrimadas, directora de ESG, Asuntos Púbicos y Comunicación de Recurrent Energy. La compañía, filial de Canadian Solar, desarrolla, construye y opera proyectos de energía solar y de baterías. Actualmente cuenta con una larga trayectoria de más de 11 GW de proyectos de energía solar y más de 3 GW de proyectos de almacenamiento en baterías desarrollados, construidos y operados. Todos los proyectos en construcción de EMEA se dirigen desde sus oficinas de Andalucía, en Sevilla, y ahora mismo están construyendo casi 1 GW en diferentes proyectos en España.
“Tengo una visión muy optimista del sector, y creo que Andalucía debe ser una máquina tractora del desarrollo de las energías renovables y las baterías en nuestro país. España ha incorporado masivamente energías renovables, y la administración tiene que intentar que no sea un problema a largo plazo, sino una oportunidad. Para ello, tenemos que apostar por la hibridación de la energía solar y eólica con baterías y proyectos de baterías que puedan sacar energía del sistema en horas baratas y volverla a incorporar en horas más caras”, explicó Arrimadas.
Según la ponente, la primera revolución tecnológica de principios de este siglo en este sector empezó con el desarrollo de las renovables y la segunda, que es más rápida, está protagonizada por las baterías, que en los últimos cuatro años han duplicado la densidad energética. “El problema ya no es tecnológico; ahora es de red y de regulación; el vehículo ya existe y ahora nos falta la autopista y la administración tiene que permitir que ésta exista”, indicó.
Arrimadas opina que “hay que quitarse los complejos porque este sector, cuando hace un proyecto, se compromete a los mayores estándares de exigencia ambiental y social allí donde opera. Además, en términos de energía, las renovables ya no tienen que luchar por el relato de ser las más limpias. Son las más las más baratas y las más eficientes y con las baterías se puede acabar con la incertidumbre de cuándo se va a generar porque aportan robustez y seguridad al sistema”.
Sin embargo, aún existen ciertas barreras. “Estamos firmando muchos PPAs con grandes empresas tecnológicas y vemos que la regulación y la red son del siglo XX, aunque la tecnología es del XXI.Es inconcebible perder proyectos por un tema político. La administración muchas veces va más lenta que la revolución tecnológica y el avance, pero no pierdo la esperanza. España tiene una magnífica oportunidad y tardaremos más o menos tiempo y perderemos algunas oportunidades, pero saldrán adelante proyectos de hibridación y proyectos stand alone de baterías”.
La directiva apostó por cambiar el modelo retributivo para adaptarlo a la nueva realidad del sector, incorporando la retribución por capacidad y vislumbró un futuro donde se puede aspirar a tener una tarifa plana de la energía, como se consiguió en la telefonía móvil. “Esto sería muy bueno para la industria, las empresas y los ciudadanos porque daría un precio accesible y previsible”.
El cuarto y último ponente de este panel fue Francisco Ronquillo, director corporativo de Hitachi Energy. La compañía original, eks Energy, fue fundada por dos catedráticos de la Universidad de Sevilla y, actualmente, forma parte del holding multinacional Hitachi. “Estamos orgullosos de poder participar en el desarrollo de proyectos de energía sostenible a partir de algo que se ha creado en Andalucía”, confesó Ronquillo. La sede principal se localiza en Sevilla, donde trabajan, aproximadamente, unas 200 personas.
En sus inicios, allá por el 2002, la empresa desarrolló tecnología para plantas de generación eólica y fotovoltaica convencional, pasando más tarde a participar en proyectos híbridos y de almacenamiento de gran potencia, fundamentalmente localizados en EE.UU., Chile, Australia y Puerto Rico.
Según Francisco Ronquillo, “la ingeniería eléctrica y electrónica que hacemos en España está al mismo nivel que la de otros países líderes europeos, contando con desarrollos, tipología y arquitectura de producto muy similares”.
Sobre los mercados, el directivo de Hitachi indicó que en almacenamiento de alta capacidad España tiene mucho por avanzar para igualarse a otros mercados internacionales. Los principales mercados de Hitachi para proyectos de almacenamiento son Australia, Chile, EE.UU., Hawai y Puerto Rico. Reconoció que van a seguir apostando por EE.UU. y no descartan localizar cierta producción en el país.
Ronquillo también profundizó en la nueva tecnología de conversión de potencia desarrollada por Hitachi, que muy pronto estará en el mercado. Y destacó el proyecto de almacenamiento de energía Waratah Super Battery, en Nueva Gales del Sur, donde Hitachi participa. Con una capacidad total de 850 MW/1680 MWh, es el mayor de su tipo en el hemisferio sur. Por último, anunció que Hitachi podría impulsar un hub tecnológico en Sevilla relacionado con la electrónica y conversión de potencia que podría generar hasta 450 empleos.
RETOS Y DESAFÍOS DEL SECTOR
La segunda mesa redonda de la jornada trató de los retos y desafíos del sector de las energías renovables. De nuevo, Alfredo Chávarri, director general de Andalucía Económica, fue el encargado de moderarla.
Enrique Díaz, CEO de Negratín, fue el primero en intervenir. Díaz explicó que su compañía es un grupo industrial y de servicios en el sector energético con origen en Pozo Alcón (Jaén) y sede social en Granada y dispone de sedes y delegaciones permanentes además de en España (en Málaga y Madrid), cuenta con filiales en Japón, Chile, Colombia, Honduras y Panamá. “Negratín se creó en 1998 como una empresa de instalaciones sin mayores pretensiones, pero al calor del Real Decreto 661/2007, que estableció un marco retributivo para favorecer la rentabilidad de las renovables e impulsar su expansión, comenzó a crecer de la mano de grandes contratistas españoles en obra civil y a partir de 2017 en EPC y dio el salto a otros países”, relató Díaz.
En su opinión, el valor en el sector no solo residen en el desarrollo de proyectos, sino en la gestión de todos los permisos. “No se trata solo de hacer una pequeña ingeniería, sino que hace falta realizar una batería de acciones”, aseguró Díaz.
Por otro lado, el CEO de Negratín se refirió a la gestión social o la socialización de los proyectos renovables, algo a su entender fundamental que empieza en el mismo momento en el que se solicita el punto de conexión. “En España, estaba todo el mundo muy receptivo sobre las renovables, pero cuando han empezado a crecer tantas plantas, se ha empezado a producir cierto rechazo y se hace necesaria esa labor pedagógica y de intentar atraer el interés social no solo sobre las bondades de las renovables, sino la capacidad de generar puestos de trabajo local y de dejar ese conocimiento en las sociedades donde se ubiquen los proyectos”, matizó.
Asimismo, en su opinión, también se genera valor en la explotación de los activos. Ellos han empezado a hacerlo con un activo en Colombia. “Desde Andalucía es posible hacer cosas muy interesantes. Nosotros hemos trabajado con muchas empresas que están hoy aquí; nos han ayudado mucho entidades como CTA, por ejemplo para hacer un proyecto de hibridación con hidrógeno en Granada. Es decir, se pueden hacer proyectos muy importantes desde Andalucía”.
Por su parte, Antonio Fernández, delegado de Iberdrola en Andalucía, indicó que la electrificación es clave para la competitividad de la industria andaluza. “Apostar por una energía limpia, eficiente y generada a partir de fuentes 100% renovables permite reducir emisiones, abaratar costes y reforzar nuestra autonomía energética”, aseguró.
Tal y como señaló, en Iberdrola llevan años trabajando en una hoja de ruta basada en la generación de energía renovable, la descarbonización industrial, la movilidad eléctrica, el autoconsumo y la rehabilitación energética. “Estamos convencidos de que esta es la vía más rápida y eficaz para avanzar hacia una economía más sostenible y menos dependiente de terceros países”, afirmó Fernández.
La compañía cuenta con 1.500 MW de potencia renovable instalada en Andalucía, que refuerzan el liderazgo de la comunidad en la transición energética. En movilidad eléctrica, ya llevan desplegados más de 1.100 puntos de recarga en la región, dentro de una red nacional que supera los 8.600. Igualmente, impulsan el autoconsumo y las comunidades solares, con un creciente número de instalaciones en hogares y empresas andaluzas. Además, en la Alianza Q-Cero, impulsada por Iberdrola, colaboran con compañías como Heineken, Holcim o Lactalis-Puleva, para acelerar la descarbonización industrial y compartir soluciones innovadoras entre sectores.
Antonio Fernández destacó el proyecto de rehabilitación energética que se está llevando a cabo en la comunidad de propietarios Sierra Magina, en Jaén. Se están sustituyendo dos calderas de gasóleo y un depósito de 50.000 litros por un sistema de aerotermia alimentado con una planta fotovoltaica instalada en la cubierta, que junto al revestimiento de fachada, va a permitir reducir hasta un 70% el consumo energético y hasta un 40% la factura eléctrica. “Este tipo de actuaciones mejoran la eficiencia, reducen emisiones y contribuyen a la mejora de la calidad de vida de las personas”, asegura el delegado de Iberdrola.
Manuel Larrasa, secretario general de Energía de la Consejería de Industria, Energía y Minas de la Junta de Andalucía, enumeró los retos a corto y largo plazo para el sector de las renovables andaluz. A corto plazo, indicó que es preciso conseguir que estos proyectos que tienen autorización de construcción se construyan. “Por parte del equipo de la Secretaría General de Energía el trabajo que se está haciendo es impresionante. La cantidad de proyectos que tenemos en cartera puede ser el 21% de todo lo que se está tramitando en España. El problema que viene ahora son las declaraciones de utilidad pública. Pido al sector que intente llegar a acuerdos con todos los propietarios para no estar ante un mayor número de levantamientos de actas, con lo que eso conlleva. Al final se trata de un trabajo en equipo para conseguir llevar a término el proyecto”, dijo Larrasa.
“El siguiente reto es convencer a la sociedad sobre dónde se ubican los proyectos. El levantamiento social cada vez es más sensible a la llegada de nuevos proyectos. La licencia social operativa hay que trabajarla mejor de lo que se ha hecho”, manifestó
“El reto del Gobierno andaluz es aprovechar la generación de las energías renovables para reindustrializar Andalucía. Es una oportunidad que tenemos ahora mismo con todos los proyectos del Valle Andaluz del Hidrógeno Verde; los proyectos de almacenamiento y los proyectos de cpds. Una energía barata trae siempre industria, porque la energía representa de media el 40% del coste de una industria y si es intensivo puede llegar al 75%. Queremos aprovechar esta oportunidad, pero necesitamos de la colaboración de todos los implicados”, apostilló.
Otro reto es llevar a término toda la planificación eléctrica que hemos solicitado al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco). Ampliar el número de nodos de conexión para evitar la saturación en la zona en la que ya se concentra un alto porcentaje.
“Por tanto, hay que trabajar con el territorio, hay que procurar que se quede en ese territorio el mayor valor socioeconómico para la zona y así los proyectos serán realmente acogidos, por ejemplo Carmona está a punto de desarrollar un proyecto industrial de calado gracias a las energías renovables que tiene; Huelva es el origen del hidrógeno en España por toda la energía renovable que tiene; lo mismo sucede en Cádiz con el Campo de Gibraltar”, reseñó.
“Nuestro reto es llevar a cabo el desarrollo de esas infraestructuras. En la última planificación 2021-2026, hemos conseguido autorizar el 91% de todos los proyectos de Red Eléctrica. Eso no se ha hecho en ninguna Comunidad autónoma jamás”, aseguró.
Otro reto es el desarrollo de una red de distribución, “porque si no llegamos a suelo, no hay proyecto. Queremos solicitar igualmente al Gobierno de España el incremento de los topes de inversión con respecto al PIB, porque vamos con una ley de 2013 y todo esto ha cambiado. Es una normativa obsoleta con respecto a los retos que se nos plantean actualmente”.
También hemos pedido el incremento en el porcentaje de retribución para que sea realmente interesante a todas las distribuidoras la inversión en redes. La siguiente cuestión que hemos planteado al ministerio haya una normativa de almacenamiento, para que se pueda desarrollar esta nueva infraestructura que permita una gestionabilidad del sistema renovable, porque el problema de las renovables es que no son gestionables, hasta que lo sean, que se mantenga la nuclear y no nos pase como Alemania, porque nos estaríamos pegando tiros en los pies. Y hemos solicitado también que nos permita las inversiones anticipadas a proyectos con alta demanda energética. Son cuestiones normativas que hay que cambiar para avanzar”, concluyó.
Pablo Gómez, CEO de Coagener, se refirió al cambio radical que ha experimentado el sector en los últimos 20 años: “se ha pasado de vender el MW/hora a un precio estable y de encontrar financiación accesible, a encontramos con muchos productos diferentes, los ingresos de tu inversión ya no son estables, ya no dependemos solo de un mercado único en el que se venda tu producto, sino que tiene un papel determinante quién va a ser tu consumidor y se ha complicado mucho la financiación. Además, a estas incertidumbres se suma el hecho de que empiezas un proyecto y lo terminas cinco años después. Y a todo ello se suman factores como la contestación social o las características de la red”.
Actualmente, Coagener tiene en operación tres plantas fotovoltaicas en Andalucía, una planta de producción de hidrógeno verde en Algeciras y dos sistemas de almacenamiento de energía en baterías. Además, tiene en desarrollo, 250 MW con tecnología fotovoltaica y BESS en Andalucía.
En su opinión, todavía es difícil saber a dónde va a llegar el sector y cuál de los modelos de negocios que vienen se va a consolidar. “Los nuevos proyectos se enfrentan a nuevos requerimientos que no eran habituales. En el caso del hidrógeno, es fundamental saber cuál va a ser la fuente para producirlo. Otro problema es el transporte, qué haces después con tu producto. Otra cuestión a resolver qué producto vas a tener. Un proyecto de derivado de hidrógeno tiene que contar con el consumidor y necesita materia orgánica, por tanto, un proveedor”, explicó.
En el caso del almacenamiento y del hidrógeno, “el coste tiene que bajar todavía. Tienes que decidir cuál va a ser tu fuente de ingresos. La promoción y operación ya ha cambiado, lo que viene por delante es mucho más cambio. Es difícil determinar el modelo que permanezca. La realidad es que estamos en una situación mejor que hace un año. Ya hay casos reales como el nuestro por ejemplo, ya hay mucho más conocimiento para saber cuáles son las dificultades que te encuentras, cómo desarrollar durante cinco años proyectos que sean realistas”.
Al margen de estas circunstancias, “la tramitación sigue siendo compleja. Empieza a aparecer esa contestación social; problemas con los ayuntamientos locales que no tienen recursos para contestar situaciones atípicas de su día a día; y problemas con la red para consumir. Para que una planta de producción de hidrógeno pueda funcionar, necesita consumir de la red. El papel de la Administración ahí debe ser importante para fomentar la demanda en los nuevos mercados y para conseguir que se desarrolle la red y que la tramitación esté completamente desarrollada en detalle. El último reto es que las entidades financieras entiendan los nuevos proyectos y los consideren sólidos a largo plazo”, finalizó.
Por último, Alfonso Vargas, presidente de Claner, enumeró una serie de desafíos y retos del sector de las energías renovables: fomento del autoconsumo y de las comunidades energéticas; desarrollo de la eólica off-shore; menos regulación, más agilidad y digitalización de las relaciones con la Administración. En este punto, declaró que “no acabamos de entender del todo el objetivo del nuevo decreto de la Junta de Andalucía sobre renovables y lo que el consejero ha denominado Licencia Social Operativa”.
También ve necesario más redes, eliminar los topes a la inversión y mejorar la retribución, así como trabajar más en la acogida social y la integración en el territorio, “pero no con más leyes, sino con campañas de concienciación, formación y empleo, retornos al municipio…”.
Asimismo, Vargas apuntó que para garantizar la instalación y la rentabilidad de las renovables es necesario:
• El incremento de la electrificación: “se espera que la electricidad represente el 35% del consumo final de energía para 2030, aumentando desde el 25% registrado en 2019. Este incremento implica una mayor adopción de electricidad en sectores dependientes de combustibles fósiles (transporte y calefacción)”, apuntó.
• Aumento de la demanda eléctrica: se proyecta un aumento del 34% en la demanda de electricidad para 2030, impulsado por la electrificación del transporte y la producción de hidrógeno renovable.
• Movilidad eléctrica: El PNIEC establece como meta alcanzar 5,5 millones de vehículos eléctricos en circulación para 2030, lo que representa un esfuerzo significativo en la transición hacia una movilidad más sostenible. “Andalucía debería asumir con políticas activas un 10-20% de esta cifra”, afirmó.