En el pujante ecosistema tecnológico andaluz, la compañía Comvive se ha consolidado como una de las más sólidas del sector. Fundada en 2003 en San José de la Rinconada (Sevilla), la empresa ha construido, a lo largo de más de dos décadas, una trayectoria que combina cercanía local, innovación constante y una clara apuesta por la infraestructura propia.
Comvive nació en un momento en que montar un centro de datos en el sur de España parecía una quimera. Hoy, es uno de los mayores data centers privados de Andalucía, con más de 12.000 clientes repartidos por todo el país y una facturación que ronda los 1,5 a 1,8 millones de euros anuales. Su especialidad es ofrecer servicios de hosting, housing y administración de servidores, además de soluciones de inteligencia artificial e infraestructuras dedicadas a pymes, startups y, más recientemente, grandes empresas y administraciones públicas, tras obtener la certificación ENS Nivel Alto.
El CEO de la compañía, Daniel Salamanca, señala que el secreto de su crecimiento radica en un modelo de servicio técnico muy cercano y especializado, con un equipo de ingenieros y técnicos “de la casa”, todos formados en Sevilla y Cádiz. “Nuestra gran ventaja es la proximidad: conocemos a nuestros clientes y respondemos con rapidez porque no dependemos de terceros. Tenemos stock físico, servidores propios y personal local”, asegura.
Ese modelo ha permitido que Comvive haya mantenido durante diez años un funcionamiento ininterrumpido de su data center, incluso en episodios de apagones o incidencias eléctricas generalizadas. Esta infraestructura se ha convertido en una referencia por su arquitectura redundante y su fiabilidad operativa.
Ahora, la empresa afronta una nueva etapa de expansión. En mayo de 2025 anunció una ampliación estratégica de su centro de datos, con una inversión superior al millón de euros que triplicará la capacidad operativa y elevará la potencia disponible hasta 1 MW. La operación, financiada íntegramente con recursos propios, tiene además un componente sostenible: una parte significativa de la energía del complejo proviene ya de fuentes renovables, gracias a una instalación fotovoltaica propia.
Esta ampliación no solo responde al aumento de la demanda, sino que prepara a Comvive para los retos del Internet de las Cosas y la Inteligencia Artificial, dos ámbitos que exigen cada vez más capacidad de procesamiento y almacenamiento de datos. “La clave está en anticiparse: queremos que Andalucía tenga infraestructuras tecnológicas a la altura de los nuevos desafíos globales”, afirma Salamanca.
Con unos 20 empleados y una red de colaboración activa con institutos de Formación Profesional, la empresa se ha convertido también en un motor de empleo tecnológico local, contribuyendo a fijar talento cualificado en el territorio.
En un contexto en el que los datos son el nuevo oro, Comvive ha sabido construir un modelo de independencia tecnológica, sostenibilidad y proximidad que le ha permitido crecer sin perder su ADN. Desde un polígono sevillano, gestiona buena parte del pulso digital de Andalucía —y lo hace con acento propio.










