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Andalucía Económica veía por primera vez la luz en junio de 1990, con afán de testimoniar la realidad económica de una región que comenzaba a despojarse del lastre del subdesarrollo y, a las puertas del Mercado Único Europeo, no ocultaba sus ganas de crecer y de competir con otras regiones de su entorno. Nacía nuestra revista con la esperanza de “poder verificar en estas páginas dentro de pocos años la realidad de una región más próspera”; y aunque ciertamente Andalucía ha evolucionado, hoy muchos retos siguen siendo los mismos que hace 25 años: necesidad de infraestructuras, internacionalización empresarial, apuesta por la I+D+i, formación del capital humano…

Amén de las relevantes transformaciones sociales, muy vinculadas especialmente al desarrollo de las nuevas tecnologías y a cambios territoriales y demográficos, en este cuarto de siglo la economía andaluza también ha experimentado un notable crecimiento y desarrollo.

Es cierto que al ser entonces una de las regiones más pobres del país, su potencial de crecimiento era mayor; pero lo cierto es que en estos años su peso en el conjunto del país apenas ha sufrido variación. Es decir, el PIB regional, que hace 25 años representaba el 13,5% del total nacional, actualmente supone el 14% (141.704 millones de euros en 2014), y se sitúa sólo por detrás de Cataluña y Madrid.

Según la Junta de Andalucía, entre 1990 y 2014 el PIB andaluz ha crecido un 61,8%, frente a un crecimiento del 57,5% experimentado por el resto del país. La economía de otros países del entorno han crecido a un ritmo menor: Reino Unido (61,6%), Francia (43,1%), Alemania (41,1%) y la UE-15 (44,9%).